El consumo de cerveza con moderación, lejos de ser nocivo para el organismo, puede tener algunos beneficios, sobre todo si se considera el horario en el que es más recomendable beberla. Es un elemento que deben tener en cuenta, sobre todo aquellas personas que se encuentran bajo un régimen alimenticio o dieta.
En esencia, hay que tener presente que no es necesario eliminar el alcohol por completo, sino seleccionar el momento y las cantidades adecuadas.
En el caso de la cerveza, se trata de un elemento de consumo generalizado, tanto en reuniones sociales, cenas familiares, celebraciones e incluso cuando se asiste a un evento deportivo.
En principio, hay que considerar que ingerir cerveza por las noches podría no ser la mejor opción para la salud, ya que podría impactar los ciclos de sueño y, en general, el bienestar físico. En general, el consumo de cerveza puede provocar problemas de insomnio o un descanso poco reparador.
En contrasentido, todo indica que el consumo de cerveza por la mañana es una mejor opción. En el plano social, prevalece el recuerdo de algunos adultos mayores que están habituados a tomar una cerveza durante las mañanas, lo que equivale a un consumo moderado y responsable.
Al consumir cerveza por las mañanas, el cuerpo tiene más horas para metabolizar el alcohol antes de la noche, lo que reduce el impacto en tus ritmos circadianos. Además, se facilita la absorción de sus propiedades beneficiosas.
El consumo de cerveza con moderación favorece la digestión, sobre todo cuando se combina con alimentos que vayan de la mano con un buen maridaje.
La cerveza contiene antioxidantes, vitaminas del grupo B y minerales como el magnesio y el potasio, que pueden contribuir a la salud cardiovascular y a la densidad ósea, además de reducir el riesgo de enfermedades como la diabetes tipo 2.