Si bien el café aporta beneficios al organismo, en términos generales, su consumo desmedido o prolongado, sumado a las condiciones naturales de cada cuerpo, puede impactar órganos vitales como los riñones.
Esto lleva a reflexionar sobre los posibles efectos del consumo de café en la salud renal.
El café, una de las bebidas más consumidas en el mundo, ha sido objeto de numerosos estudios debido a su influencia en diferentes aspectos de la salud.
Un estudio realizado por investigadores del proyecto Predimed Plus, publicado en *Nature Scientific Reports*, revela que el consumo de café equivalente a dos tazas o más al día está relacionado con una disminución en la función renal a lo largo de un año.
Si bien el café contiene antioxidantes, polifenoles, vitaminas y otros compuestos bioactivos con propiedades antiinflamatorias que pueden beneficiar la salud en general, su contenido de cafeína plantea desafíos específicos para los riñones.
En particular, la cafeína puede provocar un aumento transitorio de la presión arterial y de la tasa de filtración glomerular, una medida clave de la capacidad del riñón para depurar la sangre. Aunque este aumento de la filtración podría parecer positivo inicialmente, mantener este estado de hiperfiltración de forma sostenida puede llevar a un deterioro progresivo de la función renal.
Incluso cantidades moderadas de café con cafeína, como dos tazas diarias, pueden afectar negativamente la función renal en personas con obesidad y otras condiciones relacionadas con el síndrome metabólico.
Por ello, se destaca la importancia de considerar el consumo de café en las recomendaciones nutricionales para prevenir enfermedades renales, especialmente en adultos mayores y personas con alto riesgo cardiovascular.