Puebla es un destino turístico que lo tiene todo, desde majestuosas cascadas, hasta obras arquitectónicas que datan del periodo colonial.
Sin embargo, si nos vamos siglos atrás, descubriremos que Puebla también fue el hogar de animales prehistóricos, que alguna vez deambularon en estas tierras.
Conocido como el Jurásico Mexicano, San Martín Atexcal es un poblado ubicado entre los municipios de San Juan Ixcaquixtla y Tehuacán.
El nombre de Atexcal proviene del náhuatl que significa "Agua que Emana de la Roca o Peña”.
Como lo mencionamos, uno de sus principales atractivos turísticos es un sitio paleontológico en donde se encontraron huellas fosilizadas de dinosaurios, las cuales de acuerdo con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) datan del Cretácico Temprano, con una edad aproximada de 145 millones de años y son las únicas en su tipo localizas en territorio mexicano.
Lo más notable de este sitio es la diversidad de huellas que se cree que pertenecen a una amplia gama de dinosaurios, incluyendo saurópodos, ornitópodos, iguanodóntidos y terópodos.
Estos últimos fueron los depredadores más importantes de su época y se caracterizaban por caminar sobre sus dos patas traseras, dejando una marca distintiva en el suelo.
Estas huellas se encuentran en la estrada de esta comunidad y el acceso es gratuito para cualquier persona que quiera conocerlas.
Además de este fascinante sitio paleontológico, Atexcal ofrece otros atractivos turísticos como sus manantiales Corral Santo, Agua la Peña, Piedra de la Argolla y La Hierbabuena, y los ríos Nopala, Magdalena y Paraje de Hierba Buena, donde se puede disfrutar de un baño sin costo alguno.
Entre los encantos culturales del municipio destaca su templo parroquial dedicado a San Martín, que data del siglo XVI y exhibe antiguas pinturas al óleo de diferentes épocas en su interior.
Atexcal se localiza a dos horas y media de la capital poblana y es uno de los 50 municipios que conforman la Reserva de Biósfera Tehuacán-Cuicatlán.