Se acercan las fiestas con motivo de la celebración del Grito de Independencia y, como es costumbre, hombres lucen camisas charras pachuqueras, sombreros y paliacates, mientras que mujeres apuestan por portar un traje de China Poblana.

Con motivo de las fiestas patrias del próximo 15 y 16 de septiembre, te contamos cuándo y por qué surge esta vestimenta para representar la identidad de la mujer mexicana.

Surgió en el siglo XIX, con la necesidad de crear símbolos para identificarnos como mexicanos, como país, comentó en entrevista con, Eva María Serna Arán, maestra historiadora en el Colegio Benavente.

Fue la cronista Madame Calderón de la Barca, esposa del embajador Ángel Calderón de la Barca -quienes llegaron a México en representación de España-, la que impuso esta vestimenta.

Cuentan que en 1843 fue invitada a una fiesta en la Ciudad de México y su séquito más cercano le quiso hacer una jugarreta, entonces le dijeron que se vistiera de China Poblana.

Calderón de la Barca accede, pero lo hace considerando que es la representación más clara de la identidad de la mujer mexicana.

Para aquel periodo las mujeres consideradas “de alta sociedad", vestían trajes sobrios, recatados y sin tanto color; en contraste, las mujeres indígenas lucían blusas bordadas y llenas de color; así que el traje de China Poblana seria típico, pero además elegante.

También lo porta considerando lo que debería ser el ideal de la mujer del siglo XIX, ya que Catalina de San Juan, mejor conocida como la China Poblana, era buena cocinera, devota, bella, que sabía  bordar y era la “buena mujer mexicana”.

A decir de Eva María Serna, el propio traje de la China Poblana habla de un sincretismo de las culturas, desde la oriental, indígena y española.

El traje se compone de una blusa blanca de algodón y bordada, tal como muchas mujeres indígenas las lucen en varias comunidades a lo largo del país.

Una falda larga, ampona, elaborada con tela de seda en color verde y con figuras de símbolos patrios hechos a base de chaquira y lentejuela multicolores.

Se complementa con una fajilla roja a la cintura, aretes de filigrana de oro y collares al cuello; y hoy es el traje que representa a México y con el que nos identifican en los países del extranjero.

Catalina de San Juan fue una mujer que llegó a Puebla entre 1619 y 1620. Se dice que era la Princesa Mirna, de la India, que estaba a la orilla de la playa cuando unos piratas la secuestraron para venderla como esclava.

Cuando llega a México la bautizan con el nombre de Catalina de San Juan, pero por su peculiar color de piel, facciones y vestimenta en Puebla, la conocen como la China Poblana.

En Puebla ella vestía el sari, el traje típico que usan las mujeres en la India, pero por no encontrar la tela para vestir más saris, ella crea sus propios diseños e incluye los bordados de las blusas indígenas.

Un lugar histórico en Puebla donde se pueden encontrar estos trajes es el Parián, con costos que van desde 600 hasta 5 mil pesos, todo depende del tipo de tela, material y el trabajo manual que se haya invertido.

A nivel internacional mujeres famosas han portado este traje, tal como lo hizo la actriz estadounidense Marilyn Monroe o la primera dama Jacqueline Kennedy, quienes creían que este traje era muy aguerrido culturalmente hablando.

A decir de la historiadora, hay variaciones en el traje, pero lo importante es mantener en la memoria la riqueza de la historia de México.

“No hay que olvidar que las representaciones culturales, como es el traje de la China Poblana, siempre nos están contando historias que valen la pena rescatar”, concluyó.

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