Visitar Puebla es parada obligada en alguna fonda o restaurante para comer un platillo a base de mole poblano, que puede ser con pollo y arroz, enmoladas, en una torta, en chalupas o en tamales, entre otros más.
Hay varios sitios donde se puede comer delicioso de este platillo de la gastronomía poblana, que también es consumido para celebraciones importantes como lo puede ser una boda, un cumpleaños, aniversario o simplemente para el desayuno, comida y hasta cena.
Los visitantes incluso pueden encontrar las bolsas de 500 gramos o un kilo para que se lo lleven a casa, lo regalen, lo envíen por paquetería a sus amigos y conocidos, pues el sabor del mole poblano siempre conquista paladares.
A tu paso por el Centro Histórico de Puebla encontrarás variados establecimientos, principalmente en la calle 6 Oriente, también conocida como La Calle de los Dulces, donde puedes comprar este mole en pasta.
Pero si quieres degustarlo en el momento, acompañado por tortillas calientitas o una torta de agua, te compartimos 5 sitios infalibles para comer el Mole Poblano.
En el primer cuadro de la ciudad, a unos 30 pasos de la Catedral de Puebla, encontrarás este restaurante y sus sucursales, siendo el principal el ubicado en la calle 3 Poniente número 307.
En este lugar sus propietarios aseguran mantener la receta familiar desde hace 1965, gracias al trabajo de la señora Alicia Torres de Araujo.
Se ubica en la calle 5 número 322, a tres cuadras del Zócalo de Puebla, donde el mole poblano se sirve en distintos platillos, desde chalupas, chilaquiles o con huevo, hasta piezas de pollo bañadas en mole y decorada con ajonjolí.
Sobre la calle 16 de Septiembre número 506 encontrarás este sitio que siempre está lleno, principalmente por recomendaciones de boca en boca.
En su carta puedes encontrar platillos a base de mole poblano, incluso servido con pato, así como el plato de tres moles para los indecisos, el cual se conforma por enchiladas de mole, de pipián verde o de pipián rojo.
Su cocina ha sido escenario de diversos reportajes para la televisión local, nacional e internacional, por su gran sazón.
En la 9 Poniente número 16 encontrarás un restaurante de cocina contemporánea que incluye en su carta el mole poblano, muy del sabor que gustan los nacidos en esa tierra, como lo es más tirándole a una pasta dulce y un picor muy sutil.
Se localiza en la calle 4 Norte 602. Es un sitio que su cocina solo sirve platillo de la cocina mexicana y sobre todo poblana, por lo que el mole poblano en chalupas, en torta con pollo, en tacos, pambazos, envueltos y más no pueden faltar. Los precios son accesibles.
Los poblanos saben y hasta identifican la cocina de la cual surgió este platillo, que fue creado por manos religiosas en un convento del Centro Histórico.
Datos de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural del gobierno federal señalan que en la época prehispánica y existía el mole, cuando los indígenas mezclaban varios chiles con semillas de calabaza, hierba santa y jitomate.
La salsa se conocía como "mulli" y se hacía acompañar con carne de guajolote, de pato o armadillo, principalmente en ceremonias como ofrenda a los dioses.
Con la llegada de los españoles a México, este platillo se fusionó con elementos traídos de Europa, fusión que tuvo su origen en la cocina del exconvento de Santa Rosa.
Cuentan que fue la madre Andrea de la Asunción la responsable de crear esta delicia cuando buscó una receta original para sorprender al obispo don Manuel Fernández de Santa Cruz y al virrey Conde de Paredes y Marqués de la Laguna.
Para agradar al religioso, la monja empleó la receta del mulli y le agregó ingredientes y especias anís, clavo, canela, pimienta negra, tortilla tostada, variedad de chiles y almendras, cacahuates y chocolate.
Dicen que la madre superiora le preguntó a la hermana Andrea de la Asunción qué hacía y ella dentro de sus prisas, en lugar de decir que movía la olla con la cuchara de madera, expresó la palabra “mole”, de ahí se conoció este platillo como mole y poblano por haberse creado en Puebla.