La tradición de al Niño Jesús para llevarlo al templo el 2 de febrero, en el Día de la Candelaria, representa en la actualidad la posibilidad de utilizar una amplia gama de atuendos. Esto lleva a algunas personas a preguntarse cómo se debe vestir al Niño Dios.

Actualmente, existen todo tipo de vestimentas, como médico, huachicolero, Malverde, seleccionado nacional, charro, bombero, enfermero y San Juditas, por citar solo algunos ejemplos.

Por ello, la Primada de México, desde hace algunos años, ha señalado que la imagen debe ser tratada con respeto y veneración, no como un juguete o muñeco al cual se le pone un disfraz, ni mucho menos caer en la superstición.

La recomendación es utilizar trajes de alguna advocación de Jesús, ya que vestirlo de santo, ángel o pontífice es un error.

Entre las vestimentas aceptadas se encuentran, entre otras, las del Niño de las Palomitas, Nazareno, Cristo Rey, Sagrado Corazón de Jesús, Divino Niño Jesús y Buen Pastor.

La Arquidiócesis Primada también señala que no es necesario cambiarle la ropa cada año, pues con que tenga una es suficiente.

Lo primordial para la feligresía es no olvidar que vestir al Niño Dios y llevarlo a bendecir el Día de la Candelaria es una tradición basada en dos pasajes bíblicos: la purificación de la Virgen María y la presentación del Niño Jesús en el templo de Jerusalén.

En todo caso, se recomienda vestir al Niño Dios de blanco y, sobre todo, no perder de vista la esencia del rito que se cumple año con año. No se trata solo de seguir la tradición automáticamente, sino de conocer su significado, historia y origen.

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