El Iztaccíhuatl es un volcán sísmicamente activo y se localiza en la frontera entre el Estado de México y Puebla.
Es la tercera montaña más alta del país, con 5 mil 230 metros sobre el nivel del mar, después del Popocatépetl y el Pico de Orizaba.
La palabra Iztaccíhuatl viene del náhuatl y significa "mujer blanca” que debido al relieve tiene la forma de una mujer dormida.
Ascender a este majestuoso volcán es una de las experiencias más increíbles de cualquier alpinista.
Pero ¿sabías que en las faldas de esta montaña se esconden tesoros naturales aún más asombrosos? Muy pocos lo saben, y es por eso que aquí te revelaremos ese secreto.
Para empezar debes saber que la mujer dormida se encuentra resguardada por el Parque Nacional Iztaccíhuatl-Popocatépetl, una de las áreas protegidas más antiguas de México con una superficie de 172 mil hectáreas.
Este recinto es visitado por los amantes de la naturaleza y aquellos a los que les gusta realizar actividades al aire libre, como el senderismo o el alpinismo, e incluso es ideal para aquellos a los que les gustaría dormir cerca del volcán, pues se puede acampar en la zona.
Por su posición geográfica y características, en esa zona puedes encontrar cascadas, las cuales se formaron como producto del deshielo del Iztaccíhuatl.
Para llegar a estas cascadas primero debes visitar el Parque Ecoturístico Dos Aguas, el cual es uno de los accesos al Parque Nacional Iztaccíhuatl-Popocatépetl y se ubica a dos horas de la capital poblana.
Este parque cuenta con diferentes actividades, entre ellas, una caminata hacia las cascadas. Eso sí, para llegar a ellas necesitarás del apoyo de un guía local, el cual te llevará por varios senderos hasta las siguientes cascadas:
Cada una de estas cascadas tiene su propio encanto y espectacularidad. Sin embargo, el verdadero tesoro de este lugar, es la Cascada Congelada, que durante los meses de invierno se transforma en un impresionante espectáculo de hielo, desde lo alto hasta su base.
Esta cascada se encuentra a una elevación de 3,900 metros sobre el nivel del mar y pertenece al Cañón de Nahualac, ubicado en la ladera oeste del Iztaccíhuatl.
Además de las cascadas, los visitantes pueden maravillarse con la Laguna de Nahualac, un sitio arqueológico fascinante que alberga los restos de un antiguo adoratorio prehispánico sumergido en sus aguas cristalinas.
El efecto óptico que crea en este espejo de agua es simplemente deslumbrante, ofreciendo una experiencia inolvidable.
Eso sí, antes de emprender esta aventura, asegúrate de llevar ropa abrigadora y calzado cómodo, y sigue las indicaciones del personal para una experiencia segura y gratificante.
Para llegar puedes tomar la autopista México-Puebla y salir por la desviación Cuautla/Chalco, continúa hasta llegar a la salida de San Rafael y el Parque Dos Aguas está justo al final de la avenida de la cuesta.
La entrada general tiene un costo de 50 pesos por persona y adultos mayores con credencial del INAPAM tienen 50% de descuento.