La hipotermia es un estado físico que generalmente se asocia con la práctica del alpinismo y con personas en situación de calle. Sin embargo, también puede afectar a otros sectores de la población, por lo que es fundamental saber cómo prevenirla y combatirla.
En particular, los adultos mayores son más propensos a padecer hipotermia debido a causas multifactoriales, lo que impacta negativamente en su calidad de vida. Los factores asociados a la edad predisponen y aumentan su vulnerabilidad al frío.
El tiempo que un adulto mayor permanece expuesto a bajas temperaturas puede incrementar significativamente el riesgo de sufrir hipotermia. Además, ciertas enfermedades, tratamientos farmacológicos y circunstancias sociales contribuyen al desarrollo de cuadros de hipotermia.
Entre las patologías comúnmente relacionadas con la hipotermia se encuentran:
- Parkinson
- Hipoglucemia
- Hipotiroidismo
- Insuficiencia suprarrenal
- Malnutrición
- Enfermedades cutáneas que facilitan la pérdida de calor
- Enfermedades infecciosas
- Demencias y delirium
En cuanto a los medicamentos, los tranquilizantes, antidepresivos tricíclicos, anestésicos y antiepilépticos también pueden aumentar el riesgo de hipotermia. Además, factores como la inmovilidad tienen un papel relevante.
Algunas medidas para prevenir la hipotermia
En términos generales, existen acciones que pueden adoptarse para prevenir la hipotermia, entre ellas:
- Evitar salir a la calle cuando las temperaturas sean bajas.
- Usar ropa abrigadora, cómoda y holgada.
- Mantener una temperatura en casa entre 20 y 23 grados Celsius.
- Mejorar el aislamiento térmico del hogar.
- Llevar una alimentación adecuada.
- Realizar ejercicio físico regular.
- Prestar especial atención a personas con diabetes, hipotiroidismo, alcoholismo o incontinencia urinaria, así como a quienes tienen prescritos tranquilizantes o antidepresivos.
Es evidente que no solo los alpinistas, excursionistas de alta montaña o personas en situación de calle están propensos a padecer hipotermia. Por ello, es importante poner especial atención en los adultos mayores, quienes constituyen un grupo de alto riesgo.