Si bien la Navidad es una temporada festiva para la mayoría de las personas, hay quienes, precisamente en ese período, enfrentan la denominada depresión navideña, y es esencial que sepan cómo pueden evitarla.
En general, como muchos padecimientos, lo primordial es aceptar que se padece y, a partir de ahí, la necesidad de contar con ayuda especializada o, bien, según sea el caso, aplicar algunos consejos prácticos para superarla.
¿Qué hacer ante la depresión navideña?
Quienes están conscientes de que enfrentan la depresión navideña tienen ante sí, en primera instancia, varias opciones, entre ellas:
Buscar apoyo emocional, lo que lleva a hablar sobre los sentimientos con alguien en quien se confíe, lo que es un primer paso para superar la depresión.
Establecer límites y reducir el estrés, lo que implica poner límites a las celebraciones y los gastos durante las festividades, para reducir los niveles de estrés y ansiedad durante la temporada navideña.
Practicar la gratitud y la autorreflexión. Es fundamental reflexionar sobre las cosas positivas en la vida personal para contribuir a cambiar la perspectiva y encontrar momentos de felicidad en medio de la tristeza, mejorando el bienestar emocional.
Ante todo, es preciso destacar la necesidad de establecer con claridad si se trata de una depresión estacional o si se trata de una depresión permanente. En todo caso, lo fundamental es contar con ayuda u orientación especializada que permita identificar las causas de la depresión y superarla.
La revista "UNAM Global" señala que “existe la otra cara de la Navidad. Más allá de los casos concretos o razones específicas, ¿por qué hay personas que en plena época navideña se sienten tristes?”
Precisa que “la ‘depresión blanca’ o ‘blues de Navidad’ es un estado de ánimo negativo temporal hacia todo lo que tiene que ver con esta época. Los síntomas son múltiples: insomnio, ansiedad, tristeza, falta de apetito, mal humor”.
Patricia Bermúdez Lozano, profesora de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), comentó que “para algunos es una época de mucho estrés y desgaste, de desmotivación por no tener una estabilidad económica o de desestabilización psicológica por problemas no resueltos en su vida personal, como no haber cumplido metas por diferentes razones, o por estar en duelo por la pérdida de seres queridos”.