Quizás nunca imaginaste que en Puebla existieran castillos, sin embargo, nuestro estado sí que los tiene y están esparcidos por diversos lugares.

Su aspecto, antigüedad y tipo de arquitectura varían, por lo que se convierten en sitios espectaculares que valen la pena conocer.


Castillo de Gillow

Esta antigua estructura, que tiene sus orígenes en el siglo XVIII, evoca las típicas edificaciones de la campiña inglesa. El se encuentra dentro de los terrenos de la Ex Hacienda de Chautla, en el municipio de San Salvador el Verde.

Antes de convertirse en un destino turístico, el nivel inferior servía como biblioteca, mientras que se cree que el tercer nivel albergaba un arsenal.

Actualmente, se puede conocer el interior del Castillo Gillow únicamente en la planta baja, en donde los visitantes encontrarán una serie de fotos y objetos históricos que pertenecieron al inmueble.


Castillo de Huejotzingo

A tan solo 44 minutos del Centro Histórico de Puebla, se encuentra el Pueblo Mágico de Huejotzingo, una localidad ubicada en las faldas de la . Uno de sus principales atractivos turísticos es el Convento Franciscano de Huejotzingo, el cual se asemeja a los castillos más hermosos de Europa.

Este sitio es considerado uno de los primeros establecimientos franciscanos en nuestro país y en la nueva España. Fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1994.

Es un antiguo exconvento que se remonta al siglo XVI, cuya fachada es de tipo colonial con subtipo plateresco. Este convento fue de los más importantes de su época junto con los conventos de Texcoco y Tlaxcala. Se empezó a construir en 1525 a cargo de fray Juan de Alameda y se terminó en 1570 por el arquitecto Toribio de Alcaraz.


Castillo de San Roque

El Pozo de San Roque, una estructura medieval situada en un extenso campo, hace contraste con el paisaje. Este artilugio hidráulico data de mediados del siglo XVIII y fue edificado por la Orden franciscana para abastecer de agua a la Hacienda de San Roque y salvaguardar la propiedad de bandidos.

Cuenta con una escalinata de aproximadamente 117 escalones y 24 metros de altura. Para la extracción del agua en la Hacienda de San Roque se empleó la tracción animal, a través de una rueda con 99 cubos útiles, según los datos históricos.

El pozo dio servicio por más de 200 años a la Hacienda de San Roque, hasta que el agua se terminó, ahora es conocido como el Castillo de Tepeyahualco.



Los muros de esta construcción guardan mucha historia, ya que se dice que en una de estas recámaras pasó la noche don Venustiano Carranza, pues en esta zona pasaba el antiguo Camino Real entre el Puerto de Veracruz y la Ciudad de México.

Esta joya arquitectónica se localiza a 106 kilómetros de la capital poblana, es decir 1 hora con 43 minutos. Para llegar tendrás que irte por la México 140D O, con dirección a Alchichica/Tepeyahualco de México.

Google News

TEMAS RELACIONADOS