El chile poblano, criollo o de tiempo es un cultivo milenario en el estado de Puebla.
Este fruto, protagonista de los chiles en nogada y el mole, se cultiva desde hace más de 6 mil años, con técnicas de labranza que han sido preservadas de generación en generación.
Sin embargo, los chiles criollos van perdiendo la batalla que libran contra los chiles piratas chinos o híbridos, que son una clonación del poblano original.
El Colegio de Tlaxcala (Coltlax) publicó un estudio en el cual comparte algunas de las características diferenciadas entre el chile poblano original y su competencia híbrida.
Esta información te ayudará a elegir y reconocer un chile poblano auténtico y no errar en el intento durante tu próxima compra.
Otro indicador importante para distinguir el poblano original de su variante china es el precio. El chile criollo suele ser más caro, principalmente porque se trata de un cultivo artesanal.
Un tip extra para poder evaluar tu compra: si cuando tatemas el chile poblano percibes un aroma intenso y picante, felicidades, tu platillo estará preparado con un auténtico chile criollo.
Se estima que cuatro de cada diez chiles consumidos en México son “piratas”.
Los chiles piratas o híbridos surgieron de una clonación del poblano criollo. De acuerdo con el texto de María Dolores Lozano Gutiérrez, Carlos Darío Kuri y Ricardo Ignacio Prado, el origen de esta variedad “fake” de chiles poblanos se adjudica a China y al estado de Chihuahua.
“El chile chino, pirata o híbrido (como lo denominan también los productores) ya sea de origen nacional o internacional, es un chile que ha surgido de la clonación de un chile criollo. ‘La semilla del chile se ha mejorado con otras fichas técnicas, es una semilla alterada para producirla a alto rendimiento o a corto plazo, una semilla producida en otras condiciones’”, señala el texto publicado por el Colegio de Tlaxcala.