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Club Puebla. Pablo Larios, la difícil vida de un héroe de La Franja

Pablo Larios Iwasaki no dudaba en declarar lo especial que era Puebla para él y muestra de ello es que fue la ciudad que eligió para vivir hasta su muerte

Pablo Larios / Foto: Archivo El Universal
15/05/2021 |15:05Redacción EL UNIVERSAL PUEBLA |
El Universal Puebla
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También conocido como ‘El Portero de La Selva’, Pablo Larios Iwasaki fue sin lugar a dudas, uno de los mejores porteros del futbol mexicano, que se caracterizó además por sus grandes lances.

Nacido en Zacatepec, Morelos, fue ídolo en todos los equipos en los que militó, por su efectividad al momento de defender el marco.

Debutó el 20 de septiembre de 1980 con el equipo de Segunda División Club Atlético Zacatepec ‘los cañeros’, sustituyendo a Nacho Rodríguez y ahí jugó las temporadas 82-83 y 83-84.

Seleccionado Nacional

En 1983 recibió su primera convocatoria a la Selección Nacional a pesar de que en ese año militaba  en un equipo de la división de ascenso.

El director técnico nacional en aquel momento era .

Pablo Larios recibe su oportunidad en la Primera División

Larios era como portero un tipo espectacular, arriesgado, salvador de partidos y también verdugo de su mismo equipo.

En 1983 firmó con Cruz Azul, equipo en el que se volvió emblema.

Con el equipo cementero jugó dos finales de Liga, pero ambas las perdió. Sobretodo se recuerdan sus grandes atajadas en la Liguilla de la temporada 1986-87 cuando la Máquina llegó a la final contra Guadalajara, sufriendo en ese momento una grave lesión en la rodilla, pero también en la final de la 88-89 tuvo un grave error en el juego definitivo contra América que marcó su salida del cuadro cementero.

Llegada al Club Puebla

En diversas entrevistas que llegó a conceder, Larios Iwasaki no dudaba en señalar que el equipo que más satisfacciones le brindó, fue el Club Puebla, donde tuvo la fortuna de ganar la liga en 1990, y la copa un año después, además de alcanzar el subcampeonato en 1992.

Apasionado del Fútbol y enamorado del cariño de la gente, decidió quedarse a vivir en la Ciudad de Puebla, donde vivió hasta su muerte, el 31 de enero de 2019.

Fue el maestro de Jorge Campos

Al darse a conocer su fallecimiento, la noticia sorprendió al gremio futbolístico y no faltaron los recuerdos de excompañeros, con quienes compartió las canchas y los vestidores.

Tal fue el caso del guardameta acapulqueño, Jorge Campos, quien a través de su cuenta de Twitter manifestó considerarse su alumno y que siempre admitió haberse inspirado en el mundialista en 1986 durante su carrera.

Club Puebla. Pablo Larios, la difícil vida de un héroe de La Franja

La complicada vida de Pablo Larios fuera de las canchas

Con todo lo popular y exitoso que fue dentro del terreno de juego, Pablo Larios Iwasaki tuvo que librar otras batallas en el terreno personal, de las que no salió ileso.

En 2008, en su intento por llegar a Estados Unidos para ver a su novia, luego de haber cruzado el Río Bravo, Pablo Larios Garza, hijo del ex uardameta nacional, falleció.

Pablo Larios hijo cruzó a Estados Unidos para encontrarse con su novia, quien vivía en Texas, para acompañarla al concierto que ofrecía el cantante español Enrique Iglesias.

Cuando Larios Garza no llegó  a su destino, se comenzó una búsqueda en la zona cercana a la frontera. Tres días después, las autoridades de Estados Unidos localizaron el cuerpo del joven entre matorrales a la altura de Granjeno, Texas.

El joven de 19 años de edad fue sepultado en Tamaulipas, donde vivía con su madre y sus dos hermanos.

El exportero se encontraba en Puebla cuando le comunicaron la muerte de su hijo.

Pablo Larios también tuvo que batallar contra su adicción a la cocaína, que le dejó evidentes estragos, porque una bacteria le deformó el rostro y lo que lo obligó a someterse a cerca de 20 cirugías para reconstruir su nariz, tras perder su tabique nasal.

Los autos, la gran pasión del Portero de la Selva

Pablo Larios, además de disfrutar del futbol, tenía como gran pasión, los autos, de los cuales llegó a tener hasta 60 en su garaje.

Originales, adaptados, clásicos, fueron algunos de los vehículos que llegó a poseer y que eran parte de su tesoro.

Con información de