Puebla es un verdadero paraíso para los amantes de la naturaleza y los viajeros aventureros. Con su vasta geografía que abarca ríos, montañas, cañones y cascadas, el estado ofrece una riqueza natural que a menudo pasa desapercibida.
A continuación te llevaremos por un emocionante recorrido por algunos de los lugares más impresionantes de este estado, los cuales esconden bellezas naturales que merecen ser descubiertas.
En la localidad de San Miguel Ayotla entre los municipios de Tepeojuma y San Felipe Xochiltepec se encuentra un oasis natural llamado los Ahuehuetes.
Este manantial natural se conserva gracias al nacimiento de estos árboles longevos, los cuales llegan a medir hasta 40 metros de alto y sus troncos pueden llegar a tener un diámetro de 2 a 14 metros.
Se desarrollan en puntos de abundante de agua. De ahí su nombre, que en náhuatl (ahuehuetl) significa “un árbol viejo de agua. Este oasis natural se encuentra a 70 kilómetros de la capital del estado de Puebla por la carretera 190 hacia Izúcar de Matamoros.
Enclavado en la sierra poblana, el municipio de Mazatepec es un destino turístico que cautiva por su impresionante belleza natural y su rica herencia cultural.
El nombre de Mazatepec es de origen náhuatl y significa “Cerro donde hay venado” o “Cerro del venado”, denominación que refleja la naturaleza y la fauna de la región.
Uno de los tesoros naturales que esconde este municipio es la Cascada de Puxtla. La caída de agua es de 80 metros de altura y a su vez tiene otras dos caídas de agua de unos 40 metros de altura.
Al llegar a la cascada puedes disfrutar del agua cristalina de sus pozas naturales, mientras observas el hermoso paisaje que hay alrededor, e incluso puedes practicar rappel a lo largo de la cascada.
Esta cascada también es conocida como "la del siete" por su ubicación en el kilómetro siete de la carretera Tlatlauquitepec-Mazatepec.
En la comunidad de Camotepec, a 25 kilómetros de la cabecera municipal de Zacatlán se encuentra el Valle de Piedras Encimadas. Este impresionante lugar está compuesto por rocas que tienen una altura de entre 10 y 20 metros.
Existen múltiples teorías sobre el origen de estas rocas, sin embargo, de acuerdo con científicos de la Universidad Autónoma de México (UNAM), las rocas son de origen volcánico con una edad aproximada de 1.3 millones de años.
Son parte de un depósito de flujo piroclástico rico en cristales de alta densidad. Sin embargo, lo que más llama la atención de este lugar es que existen rocas con rostros humanos, de aves, elefantes y hasta de dinosaurios.
Ubicada en el poblado de San Luis Atexcac, en el municipio de Guadalupe Victoria, se encuentra la laguna de Atexcac que no es tan popular como otras, pero se encuentra a unos 15 minutos de la Laguna Alchichica.
Sus aguas son de diferentes tonalidades, entre azul y turquesa, tiene una profundidad de 39.1 metros, y posee una gran concentración de azufre, olor que se percibe desde la orilla y aunque el agua es fría, es soportable al nadar.
Se considera como uno de lagos de cráter más escondidos de Puebla, ya que para acceder hay que atravesar grandes acantilados que complican el acceso.
Ubicadas en el municipio de Huehuetlán El Grande, aproximadamente a una hora de distancia desde la capital de PueblA, las cascadas de San Agustín Ahuehuetla son una belleza natural que deja impresionado a cualquiera que las conoce.
Estas cascadas tienen dos caídas de agua, una de 10 metros de altura que alimenta otra un poco más chica.
Aquí podrás echarte un chapuzón en algunas de sus pozas para
refrescarte luego del extenuante camino para llegar aquí, ya sea en alguna de las pequeñas y con poca profundidad, o en las dos principales que encontrarás más adelante. Elige la que sea de tu agrado.
Para llegar a las cascadas es necesario caminar entre 30 y 40 minutos, pues no hay un camino para que los automóviles puedan circular.