Los manantiales son tesoros de la naturaleza que ofrecen una experiencia única de relajación y bienestar.
En Puebla se esconden algunos de estos oasis terapéuticos que no solo deleitan los sentidos, sino que también ofrecen propiedades curativas y rejuvenecedoras.
Este manantial tiene varios años de antigüedad, pues se dice que sus aguas provienen del Volcán Popocatépetl.
Este manantial se localiza en el Pueblo Mágico de Atlixco, en la comunidad de la Magdalena Axocopan, a unos 50 minutos del Centro Histórico de Puebla.
La fama de estas aguas es que son milagrosas y medicinales, pues los habitantes dicen que ayudan a calmar ciertas enfermedades, ya sean del estómago, los riñones, artritis, neurastenia, entre otras.
El modo de uso es bebiéndola o como baño para calmar las dolencias. Eso sí debes aquí no puedes sumergirte en sus aguas, ya que la zona se considera exclusivamente para tomar o llevar.
Enclavado en la Sierra Nororiental, este mágico lugar se distingue por tener 25 manantiales de agua que abastecen a la población y pequeños arroyos que confluyen en el río Zempoala.
Por años, sus habitantes aseguran que estas aguas son benéficas para la salud, pues además de refrescarse en ellas, son de consumo diario.
Atlequizayán se encuentra a 243 kilómetros de la ciudad de Puebla; la vía más rápida para llegar desde la capital del estado es a través de la carretera interserrana Zacapoaxtla-Zacatlán.
Ubicado a tan solo 10 minutos del centro histórico de Tetela de Ocampo, se encuentra este pueblo minero. En este lugar encontrarás verdaderas riquezas naturales como elevados cerros rocosos, manantiales, montañas y ríos, como el Zempoala, que atraviesa la región desde el sur de la cañada hasta Zapotitlán.
Los manantiales que surgen de esta tierra fértil son el corazón de Tetela, pues los habitantes dicen que tan solo con sumergirse, el agua hará su efecto y sanará cualquier dolencia.
Los nueve manantiales de Chignautla son pozas de aguas cristalinas; en torno a ellas gira una leyenda que dice que son lágrimas de amor que derramaron tres doncellas totonacas tras la muerte de sus amados en la guerra.
La poza de los nueve manantiales es llamada así debido a que se alimenta por nueve brotes de agua; este acuífero surte de líquido vital a la población del municipio de Chignautla y al municipio vecino de Teziutlán.
Aparte de darte un chapuzón en sus aguas rejuvenecedoras, también puedes alquilar pequeñas lanchas y remar por sus aguas, transparentes.
Estos manantiales se ubican a 10 minutos del palacio municipal de Chignautla, el costo de la entrada es de 30 pesos mexicanos y abre todos los días.
El “lugar donde la mujer gobierna” emerge como un tesoro enclavado en la Sierra Norte, donde la naturaleza exuberante y un clima templado crean un escenario único.
A unos metros del centro del municipio se encuentra el manantial de San Manuelito; este sitio es visitado constantemente por los lugareños y en la fiesta de Corpus Christi debido a la creencia de que esta agua es milagrosa y tiene propiedades curativas. En esta fiesta es común que coincidan nahuas, totonacas y mestizos.