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Cinco datos curiosos sobre el Pueblo Mágico de las Manzanas

Descubre por ti mismo la magia que encierra este pintoresco municipio de la Sierra Norte de Puebla

Zacatlán de las Manzanas es famoso por sus relojes monumentales | Foto: Instagram antonio_mo_ba
22/11/2023 |12:48
Erika Rodríguez
RedactorVer perfil

Uno de los Pueblos Mágicos más imponentes de la Sierra Norte de Puebla es Zacatlán conocido popularmente como Zacatlán de las Manzanas por su gran producción de esta fruta.

Su nombre en náhuatl significa “lugar donde abunda el zacate”, pero, además del zacate, abundan las tradiciones, leyendas, las bellezas naturales y lugares interesantes.

Es por eso que aquí te presentamos cinco cosas que no sabías del Pueblo Mágico de Zacatlán.


Murales que cuentan historias

Zacatlán, además de sus manzanas, es conocido por sus impresionantes vitromurales que adornan las calles.

El vitromural consta de 90 metros de largo y cientos de cristales posicionados de forma estratégica para crear esta obra de arte. Esta atracción se creó a partir de la idea de Mary Carmen Olvera, de Relojes Olvera, con el propósito de conmemorar los 300 años de la fundación de Zacatlán.

La obra estuvo a cargo de la artista Trish Metzner-Lynch, quien plasmó distintas imágenes en este mural con la colaboración con pintores, artesanos locales y gente del pueblo.

El mural principal se encuentra sobre el paseo de la Barranca de los Jilgueros que con 96 metros de largo.


Historia Relojera

Zacatlán es considerado como la cuna de los relojes monumentales. En este encantador municipio se sitúa el Museo del Reloj, donde se llevó a cabo la construcción del primer reloj de este tipo hace más de 100 años, siendo esta obra realizada por Don Alberto Olvera Hernández.

Visitar el Museo del Reloj es una experiencia única, pues sentirás que el tiempo se detiene y no es un museo como cualquier otro, ya que los visitantes pueden utilizar las máquinas que se usaron hace muchos años para crear un reloj con un buen funcionamiento.

Cuenta con una colección de relojes de sol que se utilizaron hace más 2 mil años, y otros que fueron hechos con velas y lámparas de aceite. Como dato curioso debes de saber que, Don Alberto Olvera Hernández fundó en 1918 la fábrica de Relojes Centenario como un pequeño taller; sin embargo, el museo fue creado hasta 1993 en su honor.

El Museo de Relojería Alberto Olvera Hernández se encuentra en el centro de este Pueblo Mágico.


La segunda cascada más alta de Zacatlán

Entre las bellezas naturales de Zacatlán se encuentra la segunda cascada más alta de México y la más grande del Estado de Puebla.

La Cascada de Tulimán tiene una caída de más de 300 metros de altura. La cantidad de agua y la fuerza que esta lleva hace que la cascada se divida naturalmente en tres niveles, mismos que han sido aprovechados como miradores y paradores con actividades recreativas, ahí mismo encontrarás arroyos de aguas cristalinas que son alimentados por la misma cascada de Tulimán.



Este atractivo turístico se encuentra al interior de un Parque Ecoturístico del mismo nombre. Aquí también encontrarás cabañas, tirolesas, un restaurante y varios atractivos naturales ideales para disfrutar un fin de semana.


Valle de piedras encimadas

A 25 kilómetros de Zacatlán se encuentra el Valle de Piedras Encimadas, rocas que forman figuras espectaculares de entre 10 y 20 metros de altura, además rodeadas de pinos.

La mayoría de las esculturas se encuentran dispersas entre la vegetación, por lo cual resulta ideal para hacer los recorridos a pie, siguiendo los senderos que permiten admirar las piedras más conocidas y visitar una cascada cercana.

El parque no tiene costo de entrada, pero puedes aportar un donativo porque es indispensable para el mantenimiento y la conservación del lugar.


La Sidra de Zacatlán

Este Pueblo Mágico es uno de los mayores productores de manzanas, sus habitantes tuvieron que resolver qué

hacer con la sobreproducción de este fruto; así nació la tradición de las sidras y los licores de frutas.

De acuerdo con la Secretaría de Turismo, anualmente se producen alrededor de 320 mil botellas de sidra rosada, gasificada, dulce, natural, de pera y durazno.

La recolección de manzanas comienza en julio y se reposa en grandes contenedores al menos un año para su fermentación. En septiembre es cuando comienza la elaboración de la sidra con el jugo que se fermentó por un año. Tras unos meses de reposo, el jugo se envasa y sale a la venta.