En este año 2021, Puebla celebra la temporada de los Chiles en Nogada de manera especial, pues se cumplen 200 años de que la receta fuera creada.
Alrededor de este platillo se ha dicho que fue creado para agasajar a Agustín de Iturbide, cuando llegó a Puebla, proclamando la consumación de Independencia.
Sin embargo, en el primer recetario de la época, llamado “El cocinero mexicano”, editado en 1831, aparecen diversas recetas de chiles rellenos y picadillos, las cuales eran anteriores a aquella fecha de la consumación de Independencia.
De acuerdo con historiadores, la receta de los chiles en nogada es anterior a la visita de Iturbide a Puebla en agosto de 1821, el arqueólogo Eduardo Merlo, indica que su origen se logra ubicar por lo menos un siglo antes de aquella fecha.
En ‘El cocinero Poblano’, que se editó en la angelópolis en 1714, ya se hablaba de los chiles bañados en salsa de nuez, agrega Merlo. Por lo que no pudieron haber sido creados para Iturbide, quien llegó a liberar la ciudad el 2 de agosto de 1821, cuando llegó de parte de la junta patriótica de Iguala, quien ya había consumado la Independencia.
La receta original de los chiles en nogada era para servirse como postre, pues el relleno era de frutas secas y frescas, se capeaban y se bañaban con una salsa hecha a base de queso de cabra, vino blanco y nuez de castilla.
Merlo agrega que el chile bañado en salsa de nuez se servía después de los platillos fuertes, porque era un postre. “La palabra postre viene de postrero, es la comida que se come al último”, dice.
Cuando llega Iturbide a Puebla, deciden ofrecerle un banquete en el que se le sirve como postre los chiles en nogada y las monjas de Santa Mónica, a quienes se les encargó el platillo, le añadieron la granada y el perejil, como una manera de representar la bandera de las 3 garantías, que inventó Iturbide.
En aquel banquete para quien se convirtiera después en Emperador, se ofreció en la casa del obispo Antonio Joaquín Pérez Martínez, se sirvieron 14 tiempos, siendo los chiles en nogada uno de los postres de aquella celebración.
La casa del obispo se encontraba en lo que hoy es la casa de la Cultura, Turismo y las oficinas de correo, en la 16 de septiembre entre la 5 y la 7 Oriente.
Siendo Antonio Joaquín Pérez Martinez, obispo de Puebla, el Rey de España Fernado VII, firmó en Madrid, el 13 de junio 1821, una Cédula de Real concediendo a las dignidades y canónigos de la Iglesia Catedral de Puebla, el trato de “Señoría” de palabra y por escrito.
Y habiendo concluido la accidentada y gloriosa "Guerra de la Independencia”, el 8 de agosto de 1821, prestaron solemnemente el Juramento de Independencia, en el Palacio Episcopal de la ciudad de Puebla, ante Primer Jefe del Ejército Mexicano de las Tres Garantías, el entonces Coronel Don Agustín de Iturbide y Aramburu.