¿Sabías que en Puebla existen cenotes ocultos? Aunque comúnmente se asocian con la península de Yucatán, en este estado también puedes encontrar estas impresionantes formaciones naturales. Si buscas una experiencia única sin tener que viajar muy lejos, aquí te contamos dónde puedes disfrutar de estos maravillosos escenarios que además están muy cerca de la Ciudad de México.
Los cenotes, llamados "dzonoot" en maya, significan "hoyo con agua" y se forman cuando la roca caliza se disuelve por la filtración del agua de lluvia. Con el tiempo, algunas cavidades pueden colapsar, dejando al descubierto estos pozos de agua cristalina.
Ubicado en la Sierra Norte de Puebla, el municipio de Xochitlán de Vicente Suárez alberga uno de los cenotes más sorprendentes del estado: el cenote de Ateno, parte de la Gruta de Ateno. Este lugar, rodeado de naturaleza, ofrece una experiencia inigualable para los amantes del ecoturismo.
El cenote de Ateno, alimentado por el río del mismo nombre, está rodeado de formaciones rocosas y posee un característico color azul turquesa debido a la filtración de agua de lluvia y corrientes subterráneas.
Dentro de la gruta es posible admirar estalactitas y estalagmitas, formaciones minerales que han crecido con el paso del tiempo. Además, cerca de este sitio se encuentra el Puente Ateno y su río, ideales para refrescarse en sus aguas.
Para llegar a Xochitlán desde la ciudad de Puebla, es necesario tomar la carretera federal de cuota 150 México-Puebla hasta la caseta de Amozoc, seguir la desviación hacia Cuetzalan por la carretera estatal 129 hasta Oriental, y continuar hasta el destino.
El Cañón Sagrado se ubica en la comunidad de Ayotzinapan, San Miguel Tzinacapan, a unos 10 kilómetros del centro de Cuetzalan. Para llegar, es necesario un recorrido en auto o taxi de 30 minutos, seguido de una caminata de aproximadamente 40 minutos. Aquí, los visitantes pueden nadar entre altas paredes rocosas y disfrutar de una poza de hasta 8 metros de profundidad, ideal para saltos y clavados.
El Cañón del Duende, por otro lado, es una maravilla natural que ha permanecido oculta por años. Su poza con una formación tipo cenote se encuentra dentro de la comunidad Pinahuista, en Cuetzalan, un pequeño poblado con alrededor de 465 habitantes. Esta comunidad está situada cerca de las aldeas de Xocota y Tatahuictaltipan, y forma parte de los circuitos turísticos ofrecidos por agencias como Cuetzalan Mountain Travel, Kalpanolis Cuetzalan, entre otros.
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El descenso hacia el cañón es una experiencia emocionante, con senderos inclinados en medio de la selva. Al llegar, los visitantes pueden sumergirse en sus aguas cristalinas y disfrutar del ambiente místico del lugar.
Para llegar a Cuetzalan desde Puebla, se toma la autopista Puebla-Orizaba hasta la desviación hacia Xalapa. Tras la caseta de Amozoc II, se continúa por la autopista 140D hasta encontrar la desviación a Teziutlán. Desde allí, se sigue hacia Zaragoza y luego hacia Zacapoaxtla, hasta finalmente llegar a Cuetzalan.
Debes saber que para llegar a estos cenotes tendrás que descender haciendo rappel, por lo que se recomienda llevar el equipo adecuado para seguridad y comodidad.
Antes de llegar al cenote, el agua puede alcanzar una altura considerable, por lo que el uso de zapatos acuáticos y ropa adecuada es fundamental.
Y recuerda que estos cenotes no solo son un atractivo turístico, sino también ecosistemas frágiles que merecen ser protegidos. Al visitarlos, es importante seguir las recomendaciones ambientales para preservar su pureza y belleza.