La flor de cempasúchil no solo sirve como elemento de ornato en las ofrendas o para adornar las tumbas en la celebración del Día de Muertos; también es comestible. Además, por supuesto, tiene otros usos, como complemento en cervezas, para darle un toque especial.
En el ámbito de los alimentos, Larousse Cocina, en su portal digital, documenta la forma en que se puede utilizar la flor de cempasúchil.
Indica que las flores son comestibles y “se pueden añadir a la masa del pan, en sopas o cremas y hasta en postres, como en el caso de los jarabes o helados”.
Para ello, precisa que “se recomienda retirar los estambres, tallos, pistilos, así como la base blanca de los pétalos, pues aporta un sabor amargo. Aunque en platillos salados adquieren un sabor amargo, al usarse en postres destaca más su aroma que su sabor”.
También señala que, previo a su uso, es conveniente darles un baño de bicarbonato y sugiere no consumir “flores que no sean orgánicas, pues contienen químicos que pueden perjudicar nuestra salud”.
Entre los platillos y postres que se pueden preparar con la flor de cempasúchil se encuentran:
Además, tiene usos medicinales, se utiliza para obtener colorante natural y teñir objetos, prendas o alimentos.
Con la flor de cempasúchil se alimenta a las aves y es materia prima para elaborar cervezas artesanales, nieves o pulque.
En esencia, queda claro que la flor de cempasúchil es versátil y tiene otros usos que van más allá de los ritos y homenajes, aunque sea un elemento de temporada que hay que disfrutar.