Durante más de siete décadas, Caldos Angelita ha mantenido un lugar especial en el corazón de la población local.

Aquellos que desean disfrutar de un caldo de pollo tradicional o una de sus clásicas tortas de mole pueden acudir a la calle 9 Norte, donde, con una sucursal familiar, Caldos Angelita se presenta como una opción obligada.

Este negocio único en su tipo no solo ofrece a sus comensales un auténtico caldo de pollo, sino que también se destaca por su atención diligente y su ambiente netamente familiar. Ya sea en el número 407 o el 1006 de la calle 9 Norte, Caldos Angelita ha cautivado a los poblanos durante años.

El caldo de gallina, los envueltos de mole poblano, el arroz y otros platillos están siempre listos para recibir a los comensales, quienes acuden gustosos.

Según la crónica popular, el primer local se ubicaba entre las calles 10 y 12 Poniente, sobre la calle 9 Norte, pero con el paso de los años y debido a diversas circunstancias familiares, se abrió una nueva sucursal entre las calles 4 y 6 Poniente.

En su cuenta de Facebook, Caldos Angelita detalla la historia del negocio: en 1948, una joven llamada Ángela García, mejor conocida como Angelita, comenzó esta tradición en el centro de Puebla, en un pequeño zaguán en la calle 9 Norte, número 607.

Con el tiempo, junto con su esposo Rafael Vázquez, abrieron dos sucursales ubicadas en el Centro: calle 9 Norte, números 1006 y 407, así como en Bulevar Norte, cerca de la CAPU.

Posteriormente, su hija Ana María Vázquez y su familia abrieron dos sucursales más: Colombres, en calle Saúl Colombres número 70, en 2019; y Xonaca, en Bulevar Xonaca número 2624, en 2020.

Caldos Angelita avanza hacia sus ocho décadas de servicio a los poblanos, en un segmento del mercado gastronómico en el que parece no tener competencia.

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