El Centro Cultural Universitario (CCU) de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) transmitirá del 11 al 16 de noviembre el documental El Secreto del Doctor Grinberg, el documental que explora la desaparición del científico, hermano del actor Ari Telch.
El 8 de diciembre de 1994 simplemente, el científico desapareció sin dejar rastro alguno. El documental, que ha participado en varios festivales, retoma diversos testimonios, incluyendo los de la familia de Grinberg, que cooperó desde un inicio en la filmación del largometraje.
Sobre su desaparición circularon diferentes versiones, entre ellas que la NASA se lo habría llevado. Hace cinco años se encontraron documentos de la CIA de Estados Unidos, de los cuales se extraía que la agencia sabía de su existencia y tenía interés en los fenómenos de percepción extrasensorial que estudiaba el científico mexicano.
Su búsqueda comenzó medio año después de la desaparición, porque todos creían que se encontraba en la India, en un viaje de estudios que había platicado. Así que, si fue asesinato, ya era tarde para encontrar pistas.
“Parece más un personaje de ficción, que de realidad; tiene muchas cosas que nos llevan a un mundo misterioso, pero en verdad, fue una persona que existió”, comenta Ida Cuéllar, director del documental.
En la producción cinematográfica se ven los estudios que realizaba Grinberg y testimonios de personas como la periodista Tere Vale, quien afirma que su amigo era capaz de saber lo que estaba escrito en la parte trasera de un libro, sin haberlo leído.
“Empecé a leer toda su historia, una biografía que él escribió en donde habla de que existe otro Jacobo Grinberg desaparecido, como si estuviera dejando pistas”, recuerda Cuéllar.
El largometraje con cariz de thriller, hilvana los diferentes descubrimientos sobre el caso, entre ellos los testimonios del comandante Padilla, quien dirigió la investigación.
“Con Padilla ocurre algo como el detective de un film noir: era el mejor en resolver casos, pero con éste nunca pudo y acaban, primero, echándolo del caso y después de la Policía, para luego irse a vivir a Malinalco (Estado de México), tardé seis años en encontrarlo”, detalla.