Una vez iniciadas las hostilidades aquel 5 de mayo de 1862, las tropas del general francés Charles Ferdinand Latrille, Conde de Lorencez, concentraron su ataque en los Fuertes de Loreto y Guadalupe durante la Batalla de Puebla.
Cuando el líder del Ejército de Oriente, el general Ignacio Zaragoza, advirtió la maniobra, rápidamente replanteó su plan de batalla, movilizando las tropas hacia las faldas del cerro.
En este punto de la batalla, el 6o. Batallón de la Guardia Nacional del Estado de Puebla, bajo el mando del entonces coronel Juan Nepomuceno Méndez, fue el primer cuerpo del Ejército de Oriente en hacer frente a los franceses, al ubicarse en la línea comprendida entre los fuertes, y rechazar su ataque.
Este batallón formó una línea de ataque en un ángulo que se extendió desde Guadalupe hasta un sitio conocido como Plaza de Román, frente a las posiciones enemigas.
Al mismo tiempo, Zaragoza dispuso que el general Francisco Lamadrid defendiera con las tropas potosinas y dos piezas de artillería el camino que conectaba a la ciudad con la garita de Amozoc.
El 6o. Batallón de la Guardia Nacional del Estado de Puebla, fue un cuerpo militar, integrado por hombres serranos de origen indígena.
Históricamente a este batallón se le ha identificado erróneamente como "los zacapoaxtlas", pese a que éstos únicamente formaban una compañía de 26 hombres, al igual que los xochiapulquenses.
En realidad, quienes lograron detener la primera carga de los franceses fueron los voluntarios originarios de Tetela del Río, hoy Tetela de Ocampo, que conformaban el grueso del batallón: 115 hombres.
Este error en la historiografía prevalece hasta hoy, al no atribuir el mérito o ni siquiera mencionar a los tetelenses, refiere en la tesis registrada en la Escuela Nacional de Antropología e Historia, “Sexto Batallón de Guardia Nacional del Estado de Puebla, La Reforma en Tetela de Ocampo, Puebla, 1855-1873”, Venancio Armando Aguilar.