Para esta época de frío, es infalible usar los textiles que manos de mujeres indígenas crean en el municipio de Hueyapan, Puebla, donde la creatividad y tradición se conjugan para dar forma a hermosas artesanías.
En la localidad, ubicada en la Sierra Nororiental y que colinda con Ayotoxco de Guerrero, Teziutlán, Hueytamalco, Yaonáhuac y Teteles de Ávila Castillo, los visitantes pueden adquirir alguna de las muchas prendas que ahí se confeccionan a lo largo del año.
Las mañanitas son de las más solicitadas, principalmente por las mujeres, ya que es una prenda práctica y fácil de portar. Tiene forma rectangular y en la parte central está una abertura para que la persona introduzca la cabeza y le cubra los hombros. La parte baja queda en picos.
Hay quienes también los conocen como ponchos o huipiles hechos a base de lana. Los más tradicionales están llenos de colores con los hilos que forman en diferentes colores, aves, grecas y otras figuras.
También hay en lana natural con hilo a color de un solo tono, o base de color amarillo con grecas negras, guinda con blanco, combinaciones en negro y blanco, negro y azul, café, verde y muchos más.
Cerca de 120 mujeres de la comunidad, desde hace más de 40 años, trabajan en el rescate de sus prendas elaboradas con lana de borrego en el telar de cintura, mientras que los hombres se encargan de la recolección de los tintes naturales para los hilos.
Obtienen el añil, que es extraído de una planta llamada jiquilite, o la grana cochinilla para obtener un rojo encendido como el ladrillo, la flor de cempasúchil y el nogal.
En Hueyapan, también conocido como la cuna del chal bordado, además de las mañanitas, ponchos y huipiles de lana, también hay gabanes, cotones, camisas, fajas, rebozos, jorongos, colchas y tapetes que muestran el tejido que distingue a la localidad.
Los rebozos son tal vez otra prenda de las más conocidas, ya que son a base de lana tenida con nogal y los diseños de las figuras son grandes flores rojas, rosas, naranjas, azules y verdes que en los extremos sobresalen barbas de hilo negro.
Los precios varían de acuerdo al tamaño de la prenda y el diseño que ha sido tejido, pero en el caso de las mañanitas te puedes encontrar desde 800 pesos hasta 1 mil 200 pesos.
Como parte de la difusión de su trabajo, las artesanas acuden a ferias, exposiciones, bazares e intercambios culturales en Puebla, en el interior del país, incluso en el extranjero.
A los clientes les explican que emplean las técnicas tradicionales tanto de teñido como de bordado, además de diseñar prendas tradicionales a modernas, sin dejar de lado el rescate de sus modelos originales, tanto en su forma como en su simbología.
Sus productos han sido presentados en el Vaticano, donde las artesanas de Puebla han llevado sus textiles en los festejos de Navidad de ediciones pasadas, con la ayuda de autoridades estatales.
También han sido invitadas para exponer sus textiles en ferias y bazares de Nueva York y Los Ángeles, así como en el Complejo Cultural Los Pinos, donde el Fondo Nacional para el Fomento de las Artesanías (Fonart) les ha dado reconocimientos.