La junta auxiliar de San Miguel Canoa y sus habitantes han cargado con el estigma de la violencia durante décadas, pero indudablemente, al ser una zona eminentemente rural, posee atractivos peculiares.
El linchamiento de un grupo de estudiantes en San Miguel Canoa en septiembre de 1968 marcó a la población, junto con otros sucesos trágicos. Sin embargo, Canoa y sus habitantes son poseedores de una gran riqueza natural y cultural.
Siendo una de las pocas zonas rurales de la ciudad de Puebla, la junta auxiliar de San Miguel Canoa ofrece a quienes la visitan la oportunidad de conocer sus tradiciones y cultura, disfrutar de sus calles y del trato de su gente.
Para aquellos que gustan de practicar el ciclismo y el senderismo, también ofrece la posibilidad de hacerlo en un ambiente natural y campestre.
Es importante destacar que San Miguel Canoa se encuentra a los pies de La Malinche, y su centro, junto con su iglesia, se asemejan a un remanso de paz esperando ser disfrutado. En la localidad aún se conserva el mercado tradicional y la gastronomía popular.
San Miguel Canoa forma parte de las comunidades étnicas campesinas conocidas como Matlalcuéyetl, caracterizada por su diversidad biocultural gracias a su acceso a los recursos naturales de la montaña.
Transitar desde San Miguel Canoa hasta La Malinche se convierte en una experiencia única para quienes practican el senderismo.
Los habitantes de San Miguel Canoa conservan muchas de las tradiciones populares, y la Iglesia de San Miguel Canoa con su atrio representan un atractivo peculiar para el visitante.
En resumen, sin salir de la ciudad capital, en San Miguel Canoa es posible disfrutar de un ambiente campestre y conocer una parte importante de la Puebla rural.
