Los axalapascos son grandes cuerpos de agua que se formaron tras una explosión de un volcán. En Puebla existen 5 lagos cráter, los cuales son consideradas maravillas naturales.
Sin embargo, existe un lago que destaca entre todos, ya que en él se encuentra una pequeña isla, producto de una segunda explosión volcánica, que le otorga un encanto místico y único.
Con un diámetro de 1200 metros y una profundidad de 40 metros, la laguna de Quechulac es una verdadera belleza natural.
Las orillas de la laguna están rodeadas de imponentes paredes volcánicas, sobre las cuales crecen tules que se dispersan hacia las praderas circundantes.
Estos tulares son el hogar de una diversidad de aves acuáticas, anfibios y pequeños mamíferos, como conejos, creando un ecosistema vibrante y diverso.
Sus aguas tienen niveles muy bajos de salinidad, lo que permite que vivan varias especies de peces; algunas originarias del sitio, como el charal, mientras que otras han sido introducidas como la trucha arco iris.
Sin embargo, su mayor atractivo es el islote en cuyo centro se halla un "Ojo de Dios", un amuleto espiritual que representa el poder y la protección.
Se puede practicar ecoturismo en el lugar y pescar, además de poder realizar caminatas alrededor de ella y pasar un día tranquilo disfrutando de la naturaleza y belleza que este lugar regala.
¿Cómo llegar a la laguna de Quechulac?
El lago de Quechulac se encuentra en Guadalupe Victoria, un pequeño municipio en Puebla.
Para llegar deberás tomar la carretera que va de Xalapa a Puebla hasta la Laguna de Alchichica, pues frente a esta se encuentra un crucero que indica el camino a Quechulac.
Cabe destacar que Quechulac no es el único lago cráter que se encuentra en la zona, pues muy cerca está la laguna de Atexcac.
Este cráter volcánico tiene un olor característico a azufre, por estar cerca de los volcanes Las Derrumbadas.
Sus aguas, como las de los demás lagos del área, son muy frías, y sus orillas tienen pendientes pronunciadas, pero eso no demerita que deje de ser el paisaje perfecto para la contemplación.
