El traje de China Poblana ha llenado de color diferentes estampas de la historia del país, pero una peculiar fue la de la bailarina rusa Anna Pávlovna Pávlova que se enamoró de la vestimenta y la portó con un peculiar sentido a inicios del Siglo XX.
De acuerdo con diferentes reseñas históricas, la artista del Ballet Imperial Ruso y de los Ballets Rusos de Serguéi Diáguilev visitó México en 1919 tras recorrer el sur del continente y cuando aquí todavía había crisis por la Revolución.
Sobre su paso por el país resaltan las anécdotas sobre cómo Venustiano Carranza dispuso seguridad militar para que ella y su compañía viajaran en tren, pero también sobre cómo adaptó lo mexicano a la danza.
Tras observar diferentes costumbres de México, encabezó la obra La Fantasía Mexicana y de esa interpretación los historiadores resaltaron una presentación en la Plaza de Toros ante 30 mil espectadores y un peculiar atuendo.
La rusa salió portando el traje de China Poblana y junto al bailarín Alexandre Volinine vestido de charro interpretó El Jarabe Tapatío, pero con puntas de ballet.
Para los críticos de la época, el paso de Pávlova por México y la forma en que adaptó el arte nacional fue una reivindicación a los artistas locales y un parteaguas para que la danza se considerara en la formación.
