La temporada del Día de Muertos se acerca rápidamente, y en Huaquechula, uno de los lugares más emblemáticos de Puebla para esta celebración, los preparativos están en marcha para la exhibición de los tradicionales altares monumentales.
Aunque muchas veces se asocian con festivales turísticos, estas ofrendas no son simplemente un evento para atraer visitantes. Se trata de una verdadera preservación de las costumbres ancestrales que ha sabido coexistir con el creciente interés turístico, logrando un equilibrio entre lo sagrado y lo cultural.
El director de Cultura y Turismo de Huaquechula, Silverio Reyes, ha subrayado que, aunque la llegada de turistas es bienvenida, lo más importante es mantener la autenticidad de la tradición.
Los altares se erigen no sólo como un espectáculo visual, sino como una manifestación profunda de respeto hacia los muertos.
Este año, se levantarán 28 altares monumentales que estarán disponibles para el público entre el 28 de octubre y el 2 de noviembre, de forma gratuita.
A diferencia de otras localidades, la tradición en Huaquechula tiene particularidades que le otorgan un carácter único.
Los altares pueden ser visitados únicamente a partir de las 2 de la tarde, en respeto a creencias que se remontan a tiempos prehispánicos.
Uno de los momentos más destacados será el 1 de noviembre, cuando se llevará a cabo un ritual a las 1:30 p.m. para construir el camino al Mictlán, el inframundo en la cosmovisión mesoamericana.
Durante este ritual, los asistentes deberán portar una vela, con la que se traza simbólicamente el sendero que guiará a los difuntos.
En estos altares monumentales, destaca una particularidad: la fotografía del difunto no se coloca de la manera tradicional. En Huaquechula, se posiciona boca arriba frente a un espejo, lo que refleja el camino entre el mundo de los vivos y los muertos.
Esta costumbre subraya la fuerte conexión entre las creencias prehispánicas y el respeto profundo por los seres queridos que han partido.