Chiles rellenos, en nogada, rajas con crema, arroz a la poblana... todos estos y otros platillos típicos de la cocina mexicana tienen un ingrediente común: el chile poblano.
También conocido como criollo o de tiempo, el chile poblano es un cultivo que data de hace más de 6 mil años.
Junto con el frijol y el maíz, forma parte de los ingredientes básicos de la alimentación de los antiguos mexicanos.
Actualmente, la producción del chile poblano es artesanal, con técnicas que se han transmitido de generación en generación.
Esto ha representado una desventaja competitiva frente a un voraz competidor: los chiles piratas chinos o híbridos, que son una clonación del poblano original.
¿Cuándo fue la última vez que fuiste al mercado y compraste chile poblano? ¿Sabías que probablemente adquiriste un producto "pirata", de menor calidad en su sabor?
El Colegio de Tlaxcala (Coltlax) publicó un estudio en el cual comparte algunas de las características diferenciadas entre el chile poblano original y su competencia híbrida.
A continuación te compartimos algunas recomendaciones útiles que te ayudarán a distinguir un chile poblano auténtico de uno pirata.
El chile poblano original mide de 15 a 18 centímetros, su forma es cónica irregular, con una curvatura. En tanto que el chile pirata es más grande, mide de 18 a 22 centímetros y presenta pocas irregularidades en su forma.
Una de las principales diferencias entre ambos productos es el olor. Un chile criollo auténtico tiene un aroma herbal cuando está fresco y al ser tatemado, puedes percibir un olor intenso y picante.
Mientras que los chiles híbridos carecen de aroma o éste es prácticamente imperceptible.
El chile poblano es un cultivo de temporada, su producción va de julio a septiembre. Eso explica por qué los auténticos chiles en nogada solo pueden prepararse en dichos meses.
Mientras que los chiles chinos pueden conseguirse en cualquier época del año.
Otro indicador importante para distinguir el poblano original de su variante china es el precio. El chile criollo suele ser más caro, principalmente porque se trata de un cultivo artesanal.
De acuerdo con información de la Secretaría de Desarrollo Económico (Sedeco) de la CDMX, el rango de precios de un kilo de chile poblano -el cual forma parte de los productos de la canasta básica- osciló de 22 a 39.90 pesos. Esto durante los últimos días de agosto.
Se estima que cuatro de cada diez chiles consumidos en México son “piratas”.
Los chiles piratas o híbridos surgieron de una clonación del poblano criollo. De acuerdo con el texto de María Dolores Lozano Gutiérrez, Carlos Darío Kuri y Ricardo Ignacio Prado, el origen de esta variedad “fake” de chiles poblanos se adjudica a China y al estado de Chihuahua.
“El chile chino, pirata o híbrido (como lo denominan también los productores) ya sea de origen nacional o internacional, es un chile que ha surgido de la clonación de un chile criollo. ‘La semilla del chile se ha mejorado con otras fichas técnicas, es una semilla alterada para producirla a alto rendimiento o a corto plazo, una semilla producida en otras condiciones’”, señala el texto publicado por el Colegio de Tlaxcala.