La madrugada de este miércoles 14 de agosto, el exgobernador Mario Marín Torres llegó a su casa en Puebla, donde se le pudo ver por algunos momentos, antes de ingresar a su domicilio particular.
En el lugar cumplirá con el arraigo domiciliario que ordenó Angélica del Carmen Ortuño Suárez, jueza segundo de distrito en Quintana Roo, cuando el pasado sábado 10 de agosto aprobó el cambio de medidas cautelares.
Fue a las 4 de la mañana cuando Marín Torres, a quien se le conoce también como “el góber precioso” llegó a su casa ubicada en Xilotzingo número 73 del residencial San Ángel, en la ciudad de Puebla.
La tranquilidad de la noche se vio interrumpida cuando el político poblano llegó a bordo de una camioneta tipo van de la Guardia Nacional. En el interior se podía ver a Marín Torres sentado, con las manos en la espalda, lo que sugiere que estaba esposado y era acompañado por un uniformado.
El hombre que fue presidente municipal de Puebla y después gobernador de la misma entidad, permanecía sentado, vestía ropa oscura, su rostro lucía un tanto cansado, su cabello con canas, pero con su inconfundible peinado de cabello corto y raya de lado.
En el video que circula en redes sociales del periodista Cirilo Calderón, se puede apreciar que Marín Torres intercambió algunas palabras con los dos custodios que le acompañaban en la camioneta, después sus manos estaban libres y los policías lo levantaron de su asiento.
El “góber precioso” arribó a Puebla proveniente del penal federal número 1 conocido como El Altiplano, en el Estado de México, de donde se presume salió a las 23:30 horas, pero fue hasta la madrugada de este miércoles cuando se le pudo ver en Puebla.
Deberá permanecer en su domicilio particular, donde será monitoreado todo el tiempo porque permanecerá con un brazalete electrónico. Además, el inmueble, que se encuentra al sur de la ciudad, también será vigilado.
Para su estancia, horas previas a su llegada, se vio movilización en el domicilio por parte de personal de limpieza y de servicio de televisión por cable.
Por orden de la jueza, Mario Marín Torres pagó una fianza de 100 mil pesos, no puede salir del país y para garantizarlo, su pasaporte y visa están bajo resguardo del juzgado de distrito en Quintan Roo. También tiene prohibido acercarse a las víctimas y testigos del proceso que se le sigue.
El exgobernador de Puebla es acusado por el delito de tortura en contra de la periodista Lydia Cacho Ribeiro, luego que esta publicó su libro “Los Demonios del Edén”, en el que inculpó al empresario textilero Kamel Nacif de formar parte de una red de explotación infantil.
A decir de la escritora, la detención que ordenó Mario Marín en su contra fue por petición de su amigo Kamel Nacif.