La suspensión de Francisco Romero Serrano de la Auditoría Superior del Estado (ASE) ocurre en un momento en el que el organismo registra huecos en la función pública de dos de las tres áreas que podrían hacer frente a su ausencia.
Según el artículo 120 de la Ley de Rendición de Cuentas y Fiscalización, cuando se trata de ausencias temporales, como esta, que depende de un proceso legal en contra del funcionario que se encuentra en curso, lo suplirán los auditores especiales en el orden que señale el Reglamento Interior de la ASE.
Este documento, en cambio, menciona que por orden estas auditorías son:
1. Especial de Cumplimiento Financiero
2. Evaluación de Desempeño
3. Mejora de la Gestión y Tecnologías de la Información
Sin embargo, al consultar el directorio de la ASE en su sitio oficial, la primera opción permanece actualmente sin un auditor asignado, en la segunda el auditor es Rubén de la Fuente Vélez y en la tercera es José Jorge Monges Aguilar, pero como encargado de despacho.
En cambio, el último directorio de la ASE publicado en la Plataforma Nacional de Transparencia (PNT) en diciembre, todavía reconocía como Auditor Especial de Cumplimiento Financiero a Víctor Hugo Aguilar Hernández.
Hasta 2020 él y su empresa habían colaborado también, pero como uno de los auditores externos con más montos pagados por la ASE y tenía a su cargo las cuentas del Congreso del estado, tres municipios y un sistema de agua potable.