En México es evidente la desconfianza de los ciudadanos en los políticos.
Entre 2001 y 2012, por ejemplo, la Secretaría de Gobernación y el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) realizaron cinco ediciones de la Encuesta Nacional sobre Cultura Política y Prácticas Ciudadanas (ENCUP) que arrojó datos sobre la desconfianza.
Estos estudios fueron la base para diferentes investigaciones académicas y para la realización de ejercicios como la Encuesta Nacional de Culturas Políticas y Democracia 2021, elaborada por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
En ella se midió cómo la ciudadanía mexicana percibe lo Común, la Democracia y Participación, la Justicia y Bienestar y las Culturas Políticas Subalternas.
Para ello se realizó una encuesta de 55 preguntas a 823 mexicanos mayores de edad repartidos en el norte, sur y centro, así como en hogares de zonas urbanas y rurales.
De por sí, de acuerdo con el documento en el que recogieron hallazgos y reflexiones, ocho de cada diez mexicanos desconfían de cualquier otra persona, sea o no político.
Los principales motivos que han expresado los ciudadanos respecto a las razones por las que no creen en los políticos son:
-Incumplen con sus promesas o compromisos de campaña una vez que ocupan algún cargo en el poder.
-No cumplen con las expectativas de los ciudadanos, pues muchos de ellos esperan que el político les resuelva problemas de cualquier índole.
- Culturalmente la ciudadanía no cree en las instituciones y por ende en los políticos.
Más allá de las razones de la desconfianza, la UNAM advierte que esa actitud afecta la participación de la ciudadanía en asuntos políticos y de democracia.
Según sus datos, 87.51 por ciento de los encuestados nunca ha participado en una discusión política en internet, un 72.38 no comparte ni siquiera memes políticos que socialicen los problemas y un 91.44 nunca ha reunido firmas a favor de una causa.