De acuerdo con información transparentada por el Congreso del estado, suma dos años sin llevar a proceso de subasta la enajenación de vehículos.
Los últimos dos procesos de los que da cuenta son de dos subastas de ocho y cinco vehículos que se desincorporaron a lo largo de 2019.
El portal del Poder Legislativo también hace mención de un tercer proceso en el que se habían subastado 10 vehículos, pero no hay un documento de la convocatoria que permita identificar el año.
En los tres casos tampoco es posible identificar cuáles fueron los ejercicios de subasta para poner a la venta el patrimonio automotriz del Congreso del estado.
Después del 2019 sólo es posible identificar en la Plataforma Nacional de Transparencia, la baja de bienes muebles realizada por el recinto legislativo, aunque sin considerar vehículos.
Según el micrositio en el 2020 se desincorporaron un total de 638 bienes y para el año 2021 que fue el del cambio de legislatura, se contemplaron otras 177.
En su mayoría estas bajas están relacionadas con artículos y muebles de oficina de entre los que destacan -por sus costos más elevados- diversas pantallas y equipo de cómputo.