La aprobación de la Ley Ácida en el Congreso de Puebla fue reconocida por activistas como un avance, pero también hubo varias críticas de Elena Ríos Ortiz, la saxofonista víctima de un ataque e impulsora de la tipificación y penalización de este tipo de agresión contra las mujeres.
Esto debido a varias situaciones ocurridas durante la sesión del pleno en la que ella quiso tomar la palabra.
Y es que el diputado del Partido Revolución Institucional (PRI) y presidente de la Mesa Directiva, Néstor Camarillo, frenó un pronunciamiento en apego a las reglas del Poder Legislativo.
La activista consideró en una entrevista posterior que esa actitud era producto del protagonismo del diputado, quien presentó una de las tres propuestas sobre violencia ácida.
En las horas siguientes también criticó en sus redes sociales que la diputada Nora Merino Escamilla del Partido del Trabajo (PT) fomentara esa censura en el pleno, pero a la vez difundiera la aprobación de la ley como un logro del feminismo.
Las reglas del Congreso, sin embargo, sí tienen algunas consideraciones sobre cómo deben conducirse los invitados, qué comportamiento se debe tener al ocupar las galerías y quién puede o no tomar la palabra.
Esto está previsto tanto en la Ley Orgánica del Poder Legislativo del Estado Libre y Soberano de Puebla, como en el Reglamento Interior del Honorable Congreso del Estado Libre y Soberano de Puebla.
La ley señala que los legisladores deben guardar compostura, cuidar la dignidad de las personas y conducirse con política, respeto y tolerancia hacia diputados, funcionarios e invitados.
Sobre la Mesa Directiva que actualmente preside Néstor Camarillo la ley atribuye la conducción de los debates, discusiones y votaciones; la interpretación de las reglas para poner orden y los mecanismos para dar la palabra en discusiones.
En el caso de las discusiones en las sesiones del pleno se detalla que los diputados deben enlistarse, que pueden hablar hasta por 10 minutos y que desde la Mesa Directiva se deben evitar las discusiones en forma de diálogo.
Por otra parte, en el reglamento se dan más detalles sobre los invitados especiales a los que se les debe destinar un lugar en la sesión y de manera general se señala que no podrán intervenir ni tomar la palabra salvo que así se acuerde.
Asimismo, hay un protocolo sobre el comportamiento en galerías que es donde el jueves 2 de marzo se situaron las diferentes activistas feministas que asistieron a la sesión donde se aprobó la Ley Ácida.
Se señala que las puertas se cierran para dar inicio a la sesión y que las personas deben guardar respeto y compostura, además de que la Mesa Directiva tiene facultades para poner orden en casos extremos que puedan derivar en delitos.