El nombre del exgobernador de Puebla, Manuel Bartlett Díaz, salió a relucir durante la prolongada discusión que culminó con el rechazo de la reforma eléctrica en la Cámara de Diputados.
La polémica propuesta del presidente Andrés Manuel López Obrador fue identificada por fuerzas políticas de oposición como #LeyBartlett.
Aunque la propuesta del presidente de la República giró en torno a diferentes ejes, uno de los más relevantes es el poder que le daría a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), encabezada por Manuel Bartlett.
LEY A LA MEDIDA DE LA CFE
Con la fracasada reforma, el gobierno federal buscaba revertir modificaciones que la CFE sufrió a raíz de las modificaciones constitucionales realizadas en el sexenio de Enrique Peña Nieto.
Por un lado, desaparecerían varias de las subsidiarias en las que se dividió la CFE en 2013, pues el actual gobierno considera que esto ha generado pérdidas económicas y de clientes.
Asimismo, se le daría a la empresa a cargo de Bartlett Díaz, facultades que la posicionarían como el principal eje rector de la política eléctrica, incluso, sobre la Secretaría de Energía.
El polémico personaje
Antes de esta histórica votación por la reforma eléctrica, Bartlett Díaz ya se había caracterizado por ser un político polémico.
En su perfil de vida, el propio político resalta que nació en los portales de Puebla, que su educación inicial la hizo en el Colegio Americano y que se tituló en Derecho por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Al final de los sesentas, en esa misma universidad se tituló como maestro y doctor en Ciencias Políticas, mientras que con becas estudió diferentes ramas del derecho en Francia e Inglaterra. También en la UNAM fue catedrático.
Además de su intensa actividad académica, inició una carrera política en el Partido Revolucionario Institucional (PRI) cuando apenas tenía 26 años y ocupó cargos públicos en distintos los gobiernos federales a partir de 1969.
Pasó a ser secretario auxiliar, director y secretario de gobierno por la Secretaría de Relaciones Exteriores, la Secretaría de Gobernación y la Secretaría de Educación.
Aunque el PRI lo contempló como precandidato a la presidencia en 1987 y en 1999, al final eligieron a Carlos Salinas de Gortari y a Roberto Madrazo Pintado, quien perdió frente al panista Vicente Fox Quezada.
También con el tricolor en 1992 ganó la gubernatura de Puebla y en el 2000 ganó un espacio en el Senado tras no ser electo candidato a la presidencia.
Tras renunciar al PRI en 2012 volvió a ser senador, pero esta vez postulado por la coalición del Partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena), en una relación que seis años después lo llevó al frente de la CFE.
LAS POLÉMICAS EN PERFILES PÚBLICOS
El nombre de Bartlett Díaz también ha figurado en otros casos. Estos incluyen su presunta participación en el asesinato del agente de la Administración para el Control de Drogas, DEA en inglés, Enrique Camarena Salazar, ocurrido en 1985.
El nombre del exgobernador de Puebla está en documentos del Departamento de Justicia de ese país.
En la línea de tiempo de su actividad política, también está la polémica que en el proceso electoral de 1988 generó la caída del sistema de conteo rápido que derivó en el triunfo de Salinas de Gortari.
En esas elecciones, Bartlett Díaz era secretario de Gobierno y presidente de la Comisión Federal Electoral (CFE) que organizaba los comicios y que probó por primera vez un programa de resultados que se dictaban vía telefónica.
Al inicio del conteo, estos beneficiaban en la capital del país y principales distritos a Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, sin embargo, el sistema se saturó y al restablecerse, Salinas de Gortari apareció con una ventaja que cerró en 50.3 por ciento.
Aunque históricamente se le ha atribuido la caída del sistema, como funcionario planteó que hubo una saturación y esos dichos se le atribuyen en realidad de Diego Fernández de Cevallos, entonces representante del Partido Acción Nacional (PAN). El propio Bartlett Díaz se ha deslindado varias veces de esa caída.
Una polémica más reciente surgió en 2019 a partir de investigaciones periodísticas que aseguraron que su fortuna era mayor a lo que reportaba como funcionario de la CFE.
Según las publicaciones, el político poblano tenía más de una veintena de propiedades y dos terrenos a su nombre, de familiares y prestanombres, hechos que él negó tanto en sus redes sociales como en una conferencia mañanera del presidente López Obrador.