Cuando se habla de los recursos públicos es común escuchar que tal o cual administración tuvo un subejercicio en las finanzas públicas y se habla de un término previsto en la ley y que ha sido análisis de los legisladores.
Así lo señala por ejemplo el texto "Subejercicios en la Aplicación del Gasto Federal 2007 y 2008" publicado por el Centro de Estudios y Finanzas Públicas de la Camara de Diputados.
“Técnicamente un subejercicio se define como el saldo negativo entre el monto de recursos ejercido y el originalmente programado para un período determinado. Es decir, que el resultado señala la aplicación de un gasto menor al autorizado o modificado para el ramo presupuestario”, señala el texto en su introducción.
De acuerdo con el estudio, un subejercicio ocurre cuando se gasta menos del presupuesto que se autorizó, pero no se trata de una reducción efectiva.
Para explicar qué es el subejercicio, el análisis realizado en San Lázaro agrega que hay que tomar en cuenta lo que señala la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria sobre Economías y Subejercicio de Gasto:
X. Economías: los remanentes de recursos no devengados del presupuesto modificado, y
LII. Subejercicio de gasto: las disponibilidades presupuestarias que resultan, con base en el calendario de presupuesto, sin cumplir las metas contenidas en los programas o sin contar con el compromiso formal de su ejecución.
Entre las críticas que se hacen con regularidad al subejercicio, es que en estos ajustes entre lo presupuestado y lo gastado, los gobiernos dejen de lado temas que se pueden considerar urgentes como la seguridad o los servicios públicos.
