El miércoles de esta semana el dirigente estatal del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Néstor Camarillo Medina causó polémica al decir en una entrevista con Telediario que no podía descartar ir con el partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena) en 2024.
Su respuesta ocurrió en el marco de las diferencias que los partidos de la alianza Va Por México han tenido a nivel nacional por el respaldo del tricolor a una iniciativa presentada en su bancada para aplazar la presencia de militares en la Guardia Nacional.
A un año de que se definan las decisiones para el 2024 también tienen diferencias por la selección de candidatos en el Estado de México que en 2023 renovará a gobernador, alcaldes y su Congreso local.
A pregunta expresa de si se les podría ver en dos años, tras apoyar una propuesta afín a los morenistas, dijo que hace tres años no se veían con el Partido Acción Nacional (PAN) y que hoy son alianza, por lo que no podría decir que no.
¿Pero cómo concentrarían el poder Morena y el PRI si fueran juntos en 2024?
Los resultados del proceso electoral de 2018, 2019, 2021 y el extraordinario de este año los posicionaron como los que lograron más cargos.
En el partido del presidente de México se quedaron con una de tres senadurías en 2018, con la gubernatura en 2019 y desde el año pasado tienen presencia en siete de 20 curules federales, 17 de las 41 en el Congreso local, así como 42 de las 217 alcaldías.
La presencia del PRI en cambio es mayoritaria en las presidencias municipales, pues gobierna 51, asimismo siete de los 41 diputados locales son del tricolor y hay dos diputados plurinominales en San Lázaro.
El PAN sólo le gana al tricolor al tener una senadora, cinco diputados federales y nueve locales, pero en el rubro de las alcaldías está muy por debajo con sólo 25, aunque una de ellas es la capital.
En presidencias municipales le sigue Movimiento Ciudadano (MC) con 15, así como el Partido de la Revolución Democrática (PRD) y el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) con 14 cada uno.
