En la carrera por la gubernatura en el 2024, los hombres son quienes más han levantado la mano tanto en Movimiento Regeneración Nacional (Morena) como en los partidos políticos que integran la alianza Va por Puebla. 

Sin embargo, también hay voces de mujeres en ambos bandos, como la de la morenista Claudia Rivera Vivanco y la diputada federal del Partido Acción Nacional (PAN), Genoveva Huerta Villegas, quienes han llamado a no dejar de lado el factor de la paridad.

Pero ¿por qué Puebla podría tener una gobernadora en 2024? La respuesta está en las resoluciones de la justicia electoral que obligarían a los partidos políticos a repartir las candidaturas entre mujeres y hombres.

En enero, el Instituto Belisario Domínguez del Senado publicó en su revista Mirada Legislativa un texto de la autora Lorena Vázquez Correa titulado “Paridad en gubernaturas: resoluciones jurisdiccionales y reformas legislativas ¿Habrá paridad en candidaturas a gubernaturas en 2023 y 2024?”.

En el texto hace un recuento del por qué se prevé que los partidos se verían obligados a cumplir con la paridad en nueve gubernaturas de: Ciudad de México, Chiapas, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Puebla, Tabasco, Veracruz y Yucatán.

La autora recordó que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) determinó que es válido que el Instituto Nacional Electoral (IEE) obligue a los partidos a modificar documentos básicos para garantizar paridad en gubernaturas.

Esto tendría que cumplirse 90 días antes del inicio formal del proceso electoral, por lo que el límite para hacer dichos cambios tendría que ser los primeros días de junio.

Por otro lado, explica que estas determinaciones se podrían ver o no afectadas por el denominado Plan B de la Reforma Electoral y las decisiones finales de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).

En caso de determinarse que los partidos sí deben modificar sus estatutos, éstos deberán especificar en cuántos estados deben elegir a una candidata mujer y cuál será el procedimiento de elección.

En el caso de Morena, por ejemplo, sus dirigentes han planteado que se guiarán por encuestas internas para identificar a los perfiles fuertes.

Tanto en el partido guinda como en el PAN hay también antecedentes de determinación de la paridad por medio de métodos como los sorteos entre los estados participantes.

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