Hace tres años los 41 diputados locales llegaron al Congreso estatal como representantes de un partido político, pero al cierre de la LX Legislatura, los pleitos llevaron a seis de ellos a legislar sin el apoyo de ningún instituto.
Numéricamente, en la víspera de que termine el último periodo ordinario de sesiones de la actual Legislatura, esos diputados sin partido representan la segunda fuerza en el recinto.
En primer lugar está el partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena), representado por 16 legisladores como parte del bloque político con mayoría.
Por debajo de los seis diputados sin partido, están el Partido del Trabajo (PT) y el Partido Revolucionario Institucional (PRI), con cinco legisladores cada uno; el Partido Acción Nacional (PAN) que suma cuatro y otros partidos cuentan todavía con menor participación.
Las separaciones se observaron desde las primeras semanas de 2019 y hasta este año en que se vivió el proceso electoral intermedio.
Los motivos de renuncia, fueron variados, como se observa en este recuento en el que se incluyen algunos de los diputados sin partido.
Se convirtió en diputado con el PAN, pero en marzo de 2019 anunció su separación del partido, pues dijo no sentirse identificado con decisiones tomadas por la dirigente estatal Genoveva Huerta Villegas y el líder nacional, Marko Cortés Mendoza.
Su salida de la bancada también fue polémica, pues ocurrió a días de que iniciara el proceso electoral extraordinario tras el fallecimiento de la ex gobernadora Martha Erika Alonso Hidalgo.
El proceso de este legislador, hoy sin partido, estuvo marcado por intervenciones polémicas contra diputadas, que incluso le valieron denuncias por violencia política de género y expulsiones de dos fuerzas políticas.
Primero dejó al partido Morena que lo llevó al poder en 2018, pero fue crítico cuando en noviembre de 2019, Alonso Granados se refirió a sus compañeras diputadas como focas aplaudidoras y naranjeras, durante una sesión ordinaria.
Casi un mes después Movimiento Ciudadano (MC) anunció que lo había recibido en su bancada, sin embargo, para junio de 2020 lo expulsaron por nuevas frases polémicas contra una diputada a la que le expresó “Cállate tú”, “ya estuvo bueno que estas niñitas me interrumpan” y “al diablo con las instituciones”.
Ya como diputado sin partido, en julio de 2020, Alonso Granados se vio envuelto en una polémica más, cuando en una entrevista con un portal de internet expresó en el marco de la discusión del aborto, que las mujeres debían de pensar antes de abrir las piernas.
El legislador intentó justificarse al expresar que él sólo había citado las palabras de otra persona y que el medio de información que difundió el video intentó extorsionarlo con un pago de 20 mil pesos a cambio de no hacer pública esa información.
La renuncia de este legislador a la bancada del Partido Nueva Alianza (Panal) ocurrió apenas en noviembre del 2020, luego de que lo designaran como el dirigente nacional del nuevo partido Fuerza por México (FMX).
Tras no obtener el tres por ciento en las elecciones del país, la organización a cargo del diputado poblano está en proceso de perder su registro ante el Instituto Nacional Electoral (INE) y él se muestra en el directorio del Congreso como sin partido.
Al inicio de la legislatura incluso encabezó a la bancada del PT, pero sus conflictos partidistas iniciaron en junio de 2019, cuando el resto de los diputados de ese partido solicitaron que se le quitara esa responsabilidad por propiciar votos unilaterales.
Durante los siguientes meses se siguió manejando como un diputado que representaba a esa fuerza política y en marzo de este año pidió una licencia que, según se especuló, sería para buscar con ellos gobernar nuevamente San Pedro Cholula.
A su regreso el Congreso comenzó a reconocerlo como un diputado más sin partido político y abiertamente él ha dicho que se identifica con Morena, pero no responde a los intereses de Gabriel Biestro Medinilla, quien gran parte de la legislatura controló a legisladores de su partido.
En su caso, formó parte de una reducida representación del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en el legislativo local, pero este año pidió licencia y buscó con Morena ser la alcaldesa del municipio de Huauchinango.
Tras perder el 6 de junio, hace unas semanas se anunció que formaría parte de la bancada con mayoría en el Congreso, sin embargo, en la recta final de la legislatura, el directorio aún la muestra como la sexta diputada sin partido político.