Ya sea en la política de México o en la de Estados Unidos, los migrantes poblanos han resaltado por su iniciativa para incidir en los asuntos públicos.
En la política local han sido conocidas historias como las de los integrantes del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Ernesto Leyva Córdova y Adolfo Alatriste Cantú.
El primero fue alcalde del municipio de Chinantla y hace una década también estuvo al frente de la bancada del tricolor en el Congreso del estado.
Aunque nació en Nueva York, sus orígenes son mixtecos y en su paso por el Poder Legislativo destacó por proponer reformas a favor de la comunidad migrante.
En cambio, Alatriste Cantú es el actual representante local del distrito de Ajalpan y hasta en campaña destacó por su experiencia al haber migrado a Estados Unidos cuando apenas tenía 17 años.
Otro migrante de la Mixteca que recientemente ha alzado la mano para entrarle a la política es el empresario Jaime Lucero.
El poblano forma parte de la organización Fuerza Migrante que ha hecho acción social por los migrantes en momentos críticos como el del mayor pico de la pandemia por Covid-19.
Este año, Lucero adelantó que tras el activismo en ciudades migrantes en Estados Unidos, la organización no descarta buscar el registro como partido político para ser otra opción en México.
César Vargas es otro migrante poblano que, según ha señalado en entrevistas, salió del estado cuando era niño y ahora es un referente en la lucha de los migrantes militares en Estados Unidos.
Tras trabajar en el equipo de Carlos Menchaca, el consejero de origen mexicano en la ciudad de Nueva York, Vargas compitió este año por el mismo cargo y no concretó la elección.
Sin embargo, en octubre sí fue seleccionado como uno de los cinco ganadores del Premio David que se entrega a activistas con proyectos para mejorar la ciudad.
El reconocimiento lleva el nombre del multimillonario y desarrollador inmobiliario David C. Walentas, y a cada ganador le entrega 200 mil dólares durante dos años para que sus proyectos despeguen o continúen con el trabajo que ya realizan.
En el caso de Vargas se enfocará en ayudar a legalizar a militares estadounidenses que, aunque han prestado servicio a Estados Unidos, no cuentan con papeles.