Lorenzo Rivera Nava, actual alcalde de Chignahuapan y aspirante a ser candidato a una diputación local por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), ha sido señalado por varias presuntas anomalías durante su gestión, como la escasez de obras y falta de transparencia.
Entre ellas, destaca la presunta asignación de contratos a empresas ligadas a integrantes de su familia. Por ejemplo, dos de los contratos más onerosos en su gobierno han sido para una proveedora con la que comparte apellido, según se observa en una revisión a los pocos contratos que ha hecho públicos en la Plataforma Nacional de Transparencia (PNT).
Lorenzo Rivera Nava es integrante de la dinastía Nava que al menos en tres generaciones ha dominado el ámbito político en Chignahuapan.
Incluso su padre Lorenzo Rivera Sosa se inscribió en el proceso interno del PRI como aspirante a la candidatura a la presidencia municipal de Chignahuapan, para sucederlo. Aunque previamente ya ejerció el cargo de alcalde de ese Pueblo Mágico.
Lorenzo Rivera Nava es abogado de profesión, aunque se ha dedicado de tiempo completo a la política como militante del PRI.
En febrero de 2011 asumió su primer cargo de elección popular como regidor de Chignahuapan en la administración de Mario Luis Olvera Cortés.
En 2014, se desempeñó como presidente estatal de la “Red de Jóvenes por México - Puebla” hasta 2019.
En el proceso electoral de 2021, fue postulado como candidato de la alianza “Va por Puebla”, a la presidencia municipal de Chignahuapan.
De las 32 licitaciones que hizo públicas Lorenzo Rivera Nava, destacan dos entregadas a una contratista que comparte apellido con el edil emanado del PRI.
Se trata de Perla Jennifer Ávila Reyes, a quien le han asignado dos obras que representan poco más del 20 por ciento del total de las inversiones.
En 2021 se reportó como proveedora de Inmobiliario Hassen S.A. de C.V. y realizó mantenimiento a vialidades por 2 millones 415 mil 65 pesos. Y en 2023 representó al Grupo Constructor e Inmobiliaria Hassen S.A. de C.V. y recibió 12 millones 481 mil 81 pesos, el monto más alto para un proyecto en tres años, para dar mantenimiento a un bulevar.