El futuro del Partido Encuentro Solidario en Puebla (PES) se extinguió ayer sin que alcanzara a transparentar en qué utilizó los recursos públicos.
Sus opciones para convertirse en un partido local se esfumaron luego de que la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) determinó que otros organismos electorales habían tenido la razón en negarle esa posibilidad.
Esto, por no haber alcanzado los votos equivalentes al tres por cierto del padrón en las elecciones que se realizaron en 2021.
La Ley General de Partidos Políticos lo obligaba a por lo menos contar con información básica en su sitio de internet, aunque en la red apenas y es posible identificar una cuenta de Facebook y otra en Twitter.
En tanto que en la Plataforma Nacional de Transparencia (PNT) todavía no contaban con un espacio que permitiera identificar información sobre sus gastos y otras actividades.
Sin embargo, el partido político sí tenía un espacio a nivel nacional en esta estructura de transparencia, aunque tampoco destaca información relevante sobre el uso de los recursos.
De acuerdo con los datos de esta fuerza política durante el 2021 no se reportaron gastos por honorarios que reflejaran sueldos para su operación, tampoco hay bienes inmuebles y sólo menciona la existencia de dos laptops que habrían servido para conducir las elecciones en todo México.
La opacidad, por otro lado, se arrastra desde que en 2018 la misma organización con una base cristiana jugó en las elecciones, pero como Partido Encuentro Social, también conocido como (PES).
En este caso la plataforma sí detalla alguna información sobre la operación de la fuerza política en Puebla, aunque tampoco con grandes aportes.
De acuerdo con la PNT, en las elecciones de 2018 no reportaron bienes inmuebles para su operación y sí hay mención de algunos pagos por honorarios a políticos que formaron parte de la organización.
Entre ellos, destacan el de su exdirigente Raúl Barranco Tenorio, quien tuvo un sueldo mensual de 46 mil 172 pesos, mientras que Nora Merino Escamilla, hoy diputada por el Partido del Trabajo (PT) -pero que en el pasado llegó al Congreso local con esta organización- reportó un sueldo de 10 mil pesos.