La historia de los exgobernadores postulados por el PRI que han sido objeto de procesos legales se remonta a casi tres décadas. El primer mandatario en ser aprehendido fue Mario Villanueva Madrid, exgobernador de Quintana Roo, al término de su gestión.
Mario Villanueva Madrid gobernó Quintana Roo de 1993 a 1999 y fue investigado por sus presuntos nexos con el cártel de Juárez. En su momento, la Procuraduría General de la República (PGR) señaló que Villanueva Madrid recibió diversas sumas de dólares para permitir el trasiego de cargamentos de droga en la entidad.
Javier Duarte de Ochoa, exgobernador de Veracruz de 2010 a 2016, fue aprehendido en Guatemala y extraditado a México después de haber abandonado el país tras pedir licencia al cargo. Fue recluido en el Reclusorio Norte de la Ciudad de México, cumpliendo una pena de nueve años que le fue impuesta en 2018 tras declararse culpable de los delitos de asociación delictuosa y lavado de dinero.
Tomás Jesús Yarrington Ruvalcaba, exgobernador de Tamaulipas de 1999 a 2004, se declaró culpable de lavado de instrumentos monetarios ante una corte de Houston.
Roberto Sandoval Castañeda, exgobernador de Nayarit de 2011 a 2017, enfrenta cuatro procesos penales. Uno de ellos es por presuntos delitos electorales, relacionados con el uso del Programa de Seguridad Alimentaria en 2017 para condicionar el voto, y otro por el desfalco de 83 millones de pesos del Fondo de Inversión y Reinversión para la Creación y Apoyo de Empresas Sociales del Estado.
César Duarte Jáquez, exmandatario de Chihuahua de 2010 a 2016, está acusado de peculado, corrupción, soborno y desvío de recursos del estado.