El gobernador sustituto Sergio Céspedes Peregrina no ha sido el único que ha sido designado en Puebla en el último siglo.
Sin embargo, sí es el primero en ser nombrado después de las modificaciones legales que hubo para considerar la figura que lo llevó al gobierno.
De acuerdo con la Constitución Política del Estado Libre y Soberano de Puebla, el mecanismo para sustituir a un mandatario ante una falta absoluta, como pasó con la muerte de Miguel Barbosa Huerta, se agregó en 1984.
Pero fue desde años atrás cuando Puebla tuvo ocho gobernadores sustitutos entre 1957 y 1975.
Todos ellos fueron mandatarios del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Los motivos fueron conflictos sociales que incluyeron los enfrentamientos políticos en la hoy Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) y la inconformidad de lecheros por la introducción de esquemas de pasteurización, entre otros.
La crisis empezó con Fausto M. Ortega quien sólo estuvo tres años entre 1957 y 1960; lo sustituyó Arturo Fernández Aguirre hasta 1963 y luego, estuvo al frente Antonio Nava Castillo, pero únicamente unos meses hasta 1964.
Ese mismo año llegó Aarón Merino Fernández, quien fue sustituto por un año y gobernador constitucional por tres años; le siguió Rafael Moreno Valle, quien estaría durante un sexenio a partir de 1969, pero renunció a los tres años por problemas de salud.
Entonces lo sustituyó por un mes Mario Mellado García en 1973; Gonzalo Bautista O'Farrill gobernó otros 13 meses y finalmente culminó un período de cambios para dar paso a los sexenios completos con la llegada de Guillermo Morales Blumenkron, quien gobernó entre 1973 y 1975.