La dirigencia estatal del Partido Acción Nacional (PAN), con Genoveva Huerta a la cabeza, ha destacado por críticas, pleitos y contradicciones, en los que se han visto involucrados panistas de corrientes diferentes a la suya y actores externos.

Los hechos se han observado desde noviembre de 2018 cuando el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) reconoció a su planilla como ganadora por ser la única registrada en el proceso interno.

En la actualidad, se le señala por amarrar puestos en la dirigencia para reelegirse en el puesto rumbo al proceso electoral de 2024.

Entre las primeras críticas tras su nombramiento, destacó la del hoy alcalde electo de Puebla, Eduardo Rivera Pérez, quien señaló que el partido se encontraba secuestrado por la nueva dirigente, dado que ella no propiciaría la inclusión de otras corrientes.

Durante el primer semestre de 2019, en cambio, Huerta Villegas hizo varias declaraciones polémicas contra el entonces candidato a la gubernatura y hoy mandatario estatal, Miguel Barbosa Huerta.

En mayo de ese año, por ejemplo, calificó al morenista como de piel delgada y cola larga por negarse a participar en encuentros en universidades, durante el proceso electoral que se realizó tras la muerte de la ex gobernadora Martha Erika Alonso Hidalgo.

Para enero de 2020 arreciaron las críticas al interior del PAN por supuestas irregularidades vinculadas con violencia política de género y despidos injustificados en la dirigencia estatal.

Ante ello la ex candidata a la gubernatura, Ana Teresa Aranda Orozco, la diputada local Mónica Rodríguez Della Vecchia, la regidora Augusta Díaz de Rivera y la ex regidora capitalina Guadalupe Arrubarrena García anunciaron la conformación de un grupo opositor a Huerta Villegas.

Hacia mediados del 2020, la dirigente estatal nuevamente se vio involucrada en declaraciones polémicas contra Barbosa Huerta y su gobierno en el marco del inicio de la pandemia de Covid-19.

Señaló que la irresponsabilidad del gobernador había tenido como consecuencia la muerte de poblanos y una fuerte crisis económica.

Entre julio y agosto de 2020, el escándalo que envolvió a Huerta Villegas fue el hecho de que la señalaran por haber recibido recursos de Eukid Castañón Herrera, procesado por enriquecimiento ilícito.

Por esas fechas la dirigente solicitó un amparo que obtuvo en octubre de ese año, sin embargo, descartó que el recurso estuviera relacionado con los señalamientos y dijo que temía a la represión del barbosismo.

Para los primeros meses de 2021, las críticas y disputas en el panismo estatal surgieron por la asignación de candidaturas “al dedazo” y que incluso generaron impugnaciones en municipios como Puebla, San Pedro y San Andrés Cholula.

La dirigente estatal también protagonizó en febrero del 2021, un pleito en redes con el otrora aliado panista, Fernando Manzanilla Prieto, cuando los dos se calificaron como mezquinos por sus intereses en el proceso electoral.

Pasado el proceso electoral del 6 de junio y pese a los encontronazos anteriores, Genoveva Huerta ha expresado su total respaldo al próximo presidente municipal de Puebla, Eduardo Rivera Pérez, y se reunió con el gobernador Barbosa Huerta, con quien, aseguró, “no hubo acuerdos en lo oscurito”.

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