Con Alejandro Moreno Cárdenas al frente del Partido Revolucionario Institucional (PRI), en Puebla se han tenido más pérdidas que logros en los cargos de elección popular.

Así se pudo observar al contrastar los resultados que se obtuvieron en la entidad en 2018 y en 2021, luego de que el campechano tomara las riendas del instituto en agosto de 2019.

Antes de la llegada de Moreno Cárdenas, en el primer proceso electoral el PRI ganó 74 de 217 municipios, cuatro de 41 diputaciones locales y dos de las 22 federales.

Mientras que tras la llegada del dirigente, en el 2021, el tricolor se quedó con 52 de las 217 alcaldías, siete de 41 escaños en el Congreso local y dos de 20 diputaciones en el Congreso de La Unión.

Aunque en el 2018 y en el 2019 el PRI perdió la gubernatura al alcanzar poco más del 18 por ciento de votos, no hay un proceso electoral para comparar resultados con Moreno Cárdenas al frente, pues el cargo se renovará hasta el 2024.

La presencia del líder nacional en Puebla ha estado en cambio ligada a dos momentos, primero a posicionarse en la elección interna para elegir a un presidente nacional en 2019 y después con los procesos electorales del 2021

El año pasado visitó la entidad en la campaña, después de esta participó en una gira de reconciliación con las diferentes fuerzas que integran al PRI. En octubre acompañó al panista Eduardo Rivera Pérez en su toma de protesta  y para noviembre estuvo también en una asamblea estatal.

Como aliados de Alito en el estado han resaltado el dirigente estatal Néstor Camarillo Medina, la secretaria del partido Isabel Merlo Talavera y el diputado plurinominal Jorge Estefan Chidiac.

Ellos han encabezado posicionamientos de respaldo a Moreno Cárdenas ahora que se acusa el desprestigio y persecución desde la federación, así como en el marco de la selección de las recientes elecciones en seis estados.

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