En los últimos años, han sucedido momentos bochornosos al interior del Congreso del estado y en ellos se han visto involucrados diputados del partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena), que ahora son mayoría.

El más reciente de ellos ocurrió en junio del 2020 cuando en plena pandemia, uno de los legisladores quedó en evidencia durante las transmisiones en vivo, pues durante el confinamiento las sesiones se llevaron a cabo vía remota.

En una de las comisiones, se discutían los privilegios de la clase política y mientras la diputada Tonantzin Fernández Díaz criticaba los abusos, su compañero de partido Arturo de Rosas Cuevas soltó un "hija de la chingada" que todos los participantes escucharon, pues el micrófono de su computadora estaba encendido.

Las palabras generaron risa entre diputados de otras fuerzas políticas como el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Partido del Trabajo (PT).

Sin embargo, todo quedó en un llamado a los diputados para que tuvieran mayor control de sus micrófonos, aunque en redes sociales se llegó a cuestionar la misoginia del diputado morenista.

Los otros cuatro hechos ocurrieron entre 2018 y 2019, nuevamente con diputados que llegaron a una curul a través de la alianza morenista.

En tres de ellos estuvo involucrado Héctor Alonso Granados, quien a la postre se separó de la fuerza política y se identificó como un diputado independiente.

Uno de los momentos que lo involucraron tuvo que ver con faltas de respeto a compañeras diputadas a las que llamó focas aplaudidoras por replicar mensajes del entonces presidente del Congreso, Gabriel Biestro Medinilla.

En otra ocasión, Alonso Granados causó polémica y quejas de las organizaciones, pues en una transmisión en vivo insistió en referirse a la activista de la diversidad sexual Agnes Torres como un señor.

Mientras que en otra discusión sobre el aborto, llamó a las mujeres a que aprendieran a cerrar las piernas antes de demandar la despenalización.

Otra discusión bochornosa que no ocurrió tal cual al interior del Congreso, pero que escaló a las redes sociales en agosto del 2020, fue la que mantuvieron Biestro Medinilla y la exalcaldesa Claudia Rivera Vivanco cuando ella lo acusó por no hacer su trabajo al permitir la continuidad de la concesión de Agua de Puebla.

“No soy el enemigo”, le dijo en aquella ocasión Claudia Rivera al actual secretario del Trabajo en el gobierno estatal.

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