Se aproxima el final de la contienda electoral para la gubernatura del Estado de México en el bastión del Partido Revolucionario Institucional (PRI) por decenas de años. Todo apunta a que los diablitos rojos perderán oficialmente el monopolio político en esa entidad que fue la cuna del poderío priista. Por tanto, el grupo Atlacomulco podría ser en las próximas semanas sepultado, porque desde 2018 quedó huérfano.
En esta batalla electoral hay más de un actor político priista que lejos de apoyar a su candidata por la coalición “Va por el Estado de México”, Alejandra del Moral, la han dejado, digámoslo así, sin el apoyo del gremio y de esa estructura territorial que por años caracterizó a los tricolores, desapareciendo como un fantasma. Así es que éstos son parte del entramado político electoral.
En cambio, del lado de Morena, a la maestra Delfina Gómez, candidata por “Juntos Haremos Historia”, cada día se le aglutinan más simpatizantes. Y donde el propio presidente de Morena, Mario Delgado, está haciendo lo que le corresponde.
De ganar la abanderada de Morena, los efectos del resultado electoral serán muy interesantes, y más, si dentro de su gestión le da por revisar los cajones de ciertos fantasmas mexiquenses, ya que como se ha señalado, el Estado de México ha sido un bastión del PRI y de los manejos multimillonarios de recursos públicos.
Como lo referí en mi columna del día 5 de mayo del 2022 titulada “El grupo Atlacomulco en terapia intensiva”, el sepulturero del PRI será Horacio Duarte, pero ahora como uno de los operadores de la campaña, junto con Mario, y quien dará la última sepultura al priismo mexiquense será la maestra Delfina. A como están las cosas en el plano local, y nacional, el PRI está por no librar la terapia intensiva en la que se encuentra.
La operación quirúrgica de Morena en el Edomex al parecer dará buenos resultados, pues logró unir a todos los aspirantes a dicha gubernatura, Horacio Duarte, Francisco Vázquez e Higinio Martínez, que se pusieron a trabajar en favor de la candidata.
Del lado de la coalición “Va por el Estado de México”, se ve más participación de los azules que de los diablos rojos de la bombonera, un escenario que difícilmente pasará desapercibido por las dirigencias aliancistas de cara al año próximo.
En contraste, el tricolor en Coahuila salieron más vivos que sus paisanos del Edomex, donde la coalición política conformada por el PRI, el PAN y el PRD, podrían obtener una valiosa victoria a cargo del candidato Manolo Jiménez, será porque no hubo fantasmas y traen un mejor candidato.
Así que ir a las urnas es un deber ciudadano que debe hacerse presente este 4 de junio, pero algunos de los fantasmas del PRI ya se han decantado por Delfina Gómez, por lo que una de las lecciones electorales en el Estado de México consiste en: “el peso de los fantasmas políticos marca la diferencia entre retener o no el poder”.