Ante el largo y significativo silencio que ha mantenido el gobierno de Estados Unidos, ante las peticiones reiteradas de México y de su presidente para que informe detalles de cómo se logró la custodia y detención de Ismael “El Mayo Zambada” y cómo fue llevado a territorio de Nuevo México en un avión que despegó del territorio mexicano, la administración de López Obrador decidió romper ese silencio con una declaración oficial de su secretaria de Seguridad y Participación Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez, quién ayer confirmó que, según la información que han logrado recabar (no dijo cómo ni qué instancias de seguridad o inteligencia) la entrega del Mayo, fue producto de un pacto o acuerdo entre Joaquín Guzmán López y las agencias estadounidenses involucradas.

“La parte de lo que corresponde, de lo aquí ya se ha informado es que en Estados Unidos hubo un acuerdo entre las personas que están, digamos, en reclusión, con las personas que están libres. Y hubo un acuerdo entre ellos para la entrega respectiva, para que fueran a entregarse a Estados Unidos y básicamente en eso consiste, y todo lo demás que se ha dado, que es público, que así han sido, digamos, las condiciones y que fueron capturados en Estados Unidos sin la intervención de México”, informó ayer la responsable de la seguridad federal mexicana en la conferencia mañanera del presidente.

Y recalcó, con especial enfásis, lo que es un claro deslinde del gobierno de México en cualquier trato o acuerdo con los dos capos sinaloenses trasladados, detenidos y acusados en Estados Unidos: “A nosotros nos importa mucho recalcar esa parte, decir en qué sí participamos y en qué no. Y seguimos con Estados Unidos, como aquí se ha presentado cada 15 días la serie de extradiciones que se han hecho en cumplimiento con nuestros acuerdos; pero sobre todo con el trabajo que hay diariamente de las Fuerzas Armadas, de la Secretaría de la Defensa, de la Secretaría de Marina, de la Guardia Nacional, de todo el Gabinete de Seguridad, incluyendo a Relaciones Exteriores y a Gobernación por supuesto”.

Está muy claro que la posición que ayer salió a fijar la titular de Seguridad, por instrucciones directas del presidente, busca sostener y validar los comentarios y posiciones que ha expresado en los últimos 10 días López Obrador, quien a falta de información de Washington, que ha ignorado sus varias peticiones, también le entró al juego especulativo y sostuvo, presuntamente con base en la poca información que han recibido de la Casa Blanca, que sí hubo un “pacto” del hijo del Chapo para negociar su entrega y la de su padrino Zambada García, a cambio de beneficios legales para su hermano Ovidio Guzmán, quien se encuentra bajo proceso judicial en el país vecino.

“En este caso especial, el mismo gobierno de Estados Unidos ha reconocido que llevaron a cabo una negociación, cuando menos con uno de los dos personajes, con Joaquín Guzmán López. Eso fue lo que nos informaron y no ha habido más información”, comentó el Presidente mexicano.

Lo que no queda muy claro es si la confirmación oficial que ayer hizo Rosa Icela de los dichos del presidente sobre la negociación entre Estados Unidos y los capos sinaloenses, se basa estrictamente en informes oficiales de la administración Biden o en reportes también obtenidos por áreas de inteligencia mexicanas, o si simplemente el gobierno de México está llegando a esa deducción o conclusión, a partir de los hechos que han ocurrido tras el vuelo y detención del Mayo y del Chapito el pasado 25 de julio, hace exactamente 11 días.

Es decir, que ante tantas versiones periodísticas y especulaciones de todo tipo que han surgido por el vacío de información oficial estadunidense, y el total desconocimiento del gobierno de México, al que claramente ni siquiera le avisaron que había en marcha un operativo de negociación, de entrega o de captura de uno de los capos más buscados por la justicia del vecino país y de los principales productores y exportadores de fentanilo a los Estados Unidos, hubo advertencias de que si el Mayo había sido “traicionado” y secuestrado por los chapitos con engaños para entregarlo a las agencias estadunidenses, se esperaba que se desatara una guerra entre los Mayos y los Chapitos en Sinaloa y otros estados del norte de la República, algo que finalmente no ha ocurrido y eso hace que se refuerce la idea de que todo fue “pactado” entre las dos facciones con el gobierno de Washington.

En todo caso, lo que sí está quedando claro es que la relación entre la administración Biden y la administración López Obrador, que tuvo sus altibajos y sus desencuentros, sobre todo por las posiciones críticas y a veces agresivas del mandatario mexicano, pero que en general fluyó por los cauces del diálogo y la cooperación bilateral de manera tranquila, en el ocaso de los dos gobernantes, ha entrado en una nueva etapa en la que desde Washington parecen haber mandado todo un mensaje a Palacio Nacional: “Si tú no vas a cooperar al nivel en que te lo pedimos reiteradamente, entonces nosotros procederemos por nuestra cuenta”. Y ese mensaje, a menos de dos meses de que el tabasqueño deje la Presidencia, tiene mucho trasfondo.

NOTAS INDISCRETAS… Tras el fracaso del presidente López Obrador, que nomás no pudo convencer a los padres de los 43 normalistas de Ayotzinapa, tanto así que ellos y sus abogados decidieron ya mejor tratar con la virtual presidenta electa, Claudia Sheinbaum, a quien le pidieron que ella sí les cumpliera el compromiso de encontrar a sus hijos y llegar a la verdad sobre su desaparición y asesinato, ahora entró también en el caso la gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado, quien ayer recibió en Chilpancingo a las madres y padres de los estudiantes de la Normal Rural “Isidro Burgos”, en un encuentro a puerta cerrada en el que le hicieron varios planteamientos para contar con su acompañamiento en la búsqueda de los estudiantes desaparecidos. A menos de dos meses de que se cumplan 10 años de esa tragedia, una de las peticiones que le hicieron los padres de los normalistas a la gobernadora guerrerense fue que les facilitara los videos que se grabaron la noche de la desaparición por las cámaras ubicadas en las instalaciones de Ciudad Judicial en Iguala, porque los informes del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) señalan que ahí se captó a un grupo de hombres armados y de policías de Iguala y Huitzuco, supuestamente vinculados con Guerreros Unidos, quienes habrían bajado de un autobús a un grupo de los normalistas que están desaparecidos. En la reunión, a la que asistieron acompañados de su abogado, Vidulfo Rosales, los padres le pidieron a Evelyn Salgado que si los apoya, ellos le reconocerán su labor para llegar a la verdad, en vísperas del décimo aniversario de la terrible noche de Iguala. El encuentro tuvo una duración de media hora y los padres salieron a bordo del autobús sin hacer declaraciones… Los dados repiten Escalera Doble. Mejora la semana.

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