Un alto funcionario del gobierno federal nos comentó recientemente: “Cada vez que se acercan a la cárcel Cabeza de Vaca, Roberto Gil o alguien de ese grupo, sale un nuevo video de un hermano del Presidente”. Se refería a que la difusión de ambos videos, donde Pío López Obrador y Martín Jesús López Obrador aparecen recibiendo dinero en efectivo en sobres amarillos de manos de David León, coincidió en ambos casos con actuaciones judiciales o movimientos en el caso del gobernador de Tamaulipas, como si quien tiene en su poder los videos los administrara en función de los riesgos que corre Cabeza de Vaca.
Ya se ha publicado que quien presuntamente entregó el primer video de Pío fue el empresario tamaulipeco Bernardo Pasquel, quien además de ser amigo y, según la UIF, prestanombres del gobernador tamaulipeco, también fue socio de David León en una consultoría política que tuvieron juntos y con la que trabajaron para el gobierno de Chiapas. Pero lo interesante y que nos cuentan fuentes directas que conocieron la relación entre Pasquel y León, es cómo fue que el primero se hizo de esos videos que, todo indica, le habría entregado a Cabeza de Vaca para su estrategia de defensa política, ante el embate de la 4T en su contra.
Entre 2015 y 2018, David León grabó cerca de 75 videos de entregas de apoyos y dinero en efectivo a todo tipo de personajes, entre los cuales al menos 15 videos contienen imágenes de hermanos y familiares del Presidente recibiendo dinero en efectivo “para mi hermano”, “para apoyar al movimiento” o “para ayudar a la campaña”. En esos años Pasquel era socio de David y supo de la existencia de esas grabaciones, que siempre estuvieron en poder y bajo custodia de León.
Todos esos videos los grababa David León como una forma de llevar un control de sus entregas, pero también para tener pruebas, ante sus jefes, de que el dinero que le encomendaban repartir era debidamente entregado a sus destinatarios. Originalmente fueron guardados en DVD y estaban bajo llave y celosamente guardados en su casa de Tuxtla Gutiérrez.
Cuando comenzó el gobierno de López Obrador, y León fue llamado a colaborar en el equipo cercano del Presidente, el propio David fue a Tuxtla para deshacerse físicamente de esos videos y destruirlos, pero guardó finalmente una copia de todos los materiales en una USB que tenía bajo llave en su despacho. Solo dos o tres personas cercanas a él, asistentes, sabían de la existencia de esos videos y del lugar donde se guardaban, ya sea porque le ayudaban a transferirlos a un solo archivo o porque tenían la confianza de su jefe.
Uno de esos asistentes, vio la oportunidad de hacer negocio y le vendió la USB a Pasquel. Cuando David se dio cuenta, ya el material había desaparecido y el asistente que había traicionado su confianza, no regresó a su trabajo. Así fue que, cuando se enteró en qué manos habían acabado los videos que él mismo grabó y de la intención de publicar el primero, David León, que entonces acababa de ser nombrado Coordinador del nuevo Sistema de Distribución de Medicinas del gobierno federal, pidió ver al Presidente y le anticipó, una semana antes del 21 de agosto, de la videograbación que finalmente fue hecha pública.
A partir de ahí todo ha sido un juego de estrategia: el video donde Pío López Obrador recibe alegremente varias entregas de dinero en sobres de papel amarillos, salió justo un día después de que se filtrara, al parecer desde el gobierno, las declaraciones completas de Emilio Lozoya Austin ante la FGR, y de que el Presidente presentara en su mañanera los videos donde se veía a los enviados de los senadores panistas, entre los que estaba Cabeza de Vaca, recibir millones de pesos en dinero en efectivo por parte de funcionarios de Pemex.
El miércoles 7 de julio, dos días antes de que se filtrara el nuevo video donde aparece Martín Jesús López Obrador también recibiendo “aportaciones en efectivo” de David León, la UIF que dirige Santiago Nieto había acusado la existencia de una red de desvío millonario de recursos de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, en la que participaba un primo del gobernador Cabeza de Vaca, Víctor Hugo Guerra, quien funge como secretario de Administración de la universidad estatal, además de investigar a varias empresas energéticas, como la española Acciona Energía, con las que el gobernador tuvo tratos y adquirió más de 30 propiedades investigadas por la UIF.
Ayer la FGR logró impugnar el amparo que hasta ahora protege a Cabeza de Vaca y evita su detención, pidiéndole a los jueces que lo desechen bajo el argumento de que la orden de aprehensión en contra del gobernador de Tamaulipas estuvo bien hecha. Así que, si los que saben de los videos de David León afirman que hay por lo menos 15 que involucran a hermanos o familiares del Presidente recibiendo sus entregas de dinero en efectivo, y el caso Tamaulipas seguirá en el terreno de lo penal y lo constitucional, entonces preparémonos para más videos de la familia López Obrador y más explicaciones cínicas y pueriles del Presidente, que aún ante la contundencia de la imagen, sigue diciendo que “todo es una campaña de difamación de mis adversarios”.
NOTAS INDISCRETAS…
Ayer el presidente López Obrador recibió, por segunda vez en Palacio Nacional, a los 11 gobernadores electos de Morena que ganaron el pasado 6 de junio, junto con los cinco gobernadores morenistas ya en funciones, con quienes se reunió para tratar temas de seguridad. Incluso el propio Presidente subió a su cuenta de Twitter una foto en donde, además de los 16 gobernadores de Morena, los electos y los actuales, aparece el gabinete de seguridad y él al centro tomándose la foto del recuerdo en las escalinatas del Palacio Nacional. Hasta ahí todo está bien, entre la coordinación y el deseo del Presidente de presumir que a partir de los próximos meses tendrá al menos la mitad de los gobernadores que existen en el país. Sólo que hay una cosa que el Presidente no parece recordar: al menos tres de los que estuvieron ayer con él y aparecen en la citada foto, están impugnados en sus triunfos y la alianza “Va por México” ya demandó la nulidad de los comicios en esos tres estados por presuntos delitos electorales, que van desde el rebasamiento de topes de campaña hasta el financiamiento ilícito, entre otras causas de nulidad. Esos tres gobernadores electos impugnados son Evelyn Salgado, de Guerrero; Layda Sansores, de Campeche, y Alfredo Ramírez Bedolla, de Michoacán. Ninguno de ellos puede en estos momentos cantar victoria porque las denuncias en su contra serán analizadas y votadas por los magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, que bien podrían declarar la nulidad de una, dos o las tres gubernaturas en cuestión. Y si eso llega a pasar en las próximas semanas, entonces pasarán dos cosas: o el Presidente tendrá que ajustar sus cuentas de 16 gobernadores morenistas o tendrán que hacerle photoshop a las fotos que se ha tomado con los que podrían ser anulados en sus triunfos. Una de dos, o el Presidente tiene demasiada confianza en que el Tribunal Electoral fallará a favor de su partido o, como lo ha demostrado, el respeto a las instancias electorales autónomas y a las etapas aún por concluir del pasado proceso electoral no es algo que le preocupe… Ayer se decidió quién será el coordinador del PVEM en la Cámara de Diputados y la decisión recayó en Carlos Puente, el excolaborador de TV Azteca. La pelea interna la dio Juan Carlos Natale, diputado poblano cercanísimo al canciller Marcelo Ebrard, quien también traía muchos apoyos, pero al final se impuso Puente. Veremos cómo se conducen como fracción las bisagras verdes… Se baten los dados. Capicúa. Repetimos el tiro.