El último reporte de distintas encuestas que se conocieron hasta este fin de semana confirmó dos tendencias que parecen claras en vísperas de las votaciones locales y nacionales que ocurrirán la próxima semana: la primera tendencia es que la competencia creció en varios de los estados donde las contiendas para gobernador se cerraron entre Morena y la Alianza PRI-PAN-PRD, cuyos candidatos lograron alcanzar y empatar a los morenistas en Guerrero, Michoacán, Sonora, Sinaloa y Zacatecas, mientras que en Campeche la disputa se cerró al final entre MC, Morena y la Alianza PRI-PAN-PRD, y en Nuevo León la disputa final, también cerrada, es entre el PRI-PRD y MC.

Es decir, que en las gubernaturas, los números iniciales que le daban la mayoría de posibilidades de triunfo a Morena cambiaron y, según los sondeos, habría estados sorpresa, con los que el partido gobernante sólo tendría más o menos seguros 5 o 6 estados, mientras que el resto, 9 o 10 gobiernos estatales, quedarían en manos de la Alianza PRI-PAN-PRD, principalmente y de Movimiento Ciudadano.

La segunda tendencia que registraron las últimas encuestas es que Morena cerrará campañas encabezando, al menos en intención de votos, las preferencias electorales en la elección de diputados federales. Promedios que van del 40 al 46% aseguraban en los ejercicios de distintas casas encuestadoras que el partido de López Obrador podría ganar la mayor cantidad de distritos federales, aunque no le alcanzaría solo para lograr la mayoría simple (de 250 + 1), pero con la votación de sus aliados, PVEM, que podría lograr el 7%, y el PT con 4%, alcanzaría sin problemas esa mayoría simple con hasta 270 diputados, mientras que el PAN (16%), PRI (15%) y PRD (3%) quedarían como bloque legislativo con la primera minoría con un número aproximado de al menos 200 diputados.

A partir de los últimos números de las encuestas, el partido que podría convertirse en “visagra” en la próxima legislatura sería Movimiento Ciudadano, que cerró con un 8% de preferencias, lo que le valdría cerca de 30 diputaciones. MC sería no solo el partido que más crecería por sí mismo en esta elección, sino también el que podría convertirse en la cuarta fuerza política nacional y que tendría la capacidad de definir votaciones importantes en San Lázaro. En principio los dirigentes emecistas tienen claro que apoyarán a la Alianza Legislativa opositora, ya anunciada por el PRI-PAN-PRD, aunque antes tendría que haber negociaciones y acuerdos, sobre todo limar asperezas entre MC y el PAN, por los ataques que han tenido los panistas hacia el partido fundado por Dante Delgado.

El resto de las fuerzas políticas nuevas podría no alcanzar el 3% de votación nacional que requieren para mantener el registro. Según la última encuesta de Buendía&Márquez para EL UNIVERSAL, de los tres nuevos partidos, Fuerza por México podría alcanzar 2.8% de votos, PES 2.6% y Redes Sociales Progresistas 0.9%. Es decir que tal vez ninguno de los tres logre mantener el registro, aunque si ganan algunos distritos, sus diputados federales también podrían aliarse a Morena.

Pero al final todas esas proyecciones, basadas en las últimas encuestas publicadas hasta el fin de semana –aún pueden publicarse sondeos hasta el miércoles que cierran las campañas— no dejan de ser eso, proyecciones, que podrían variar y cambiar por factores que no logran medir las encuestas. El voto indeciso es uno de ellos, y en la mayoría de los sondeos aparece aún un segmento que dice no tener definido su voto, que van del 15 al 20% de los encuestados. Ese voto oculto regularmente suele ser voto opositor al gobierno y suele decantarse también hasta el día de las urnas.

A juzgar por lo que dicen las encuestas, el voto de evaluación que históricamente suele aflorar en los comicios intermedios en México, sería en teoría a favor de la continuidad del proyecto de López Obrador y estaría pensando en darle de nuevo una mayoría al menos absoluta en la Cámara de Diputados en la segunda parte de su mandato. Pero así como puede confirmarse eso que proyectan las encuestas y que las elecciones del 2021 sean unas intermedias atípicas en las que el gobierno sale bien evaluado y premiado por los electores, también podría registrarse el fenómeno contrario: que el voto de castigo para la administración de López Obrador esté oculto y que emerja con fuerza si hay una participación masiva que rebase los promedios históricos de este tipo de elecciones.

Entre más gente salga a votar el 6 de junio, aún con el ambiente tenso, enrarecido y afectado por la violencia política que se ha registrado en al menos 27 estados del país, más impredecible se vuelve el resultado final de estos comicios. El nivel de participación, está probado en los indicadores históricos de las elecciones en México, suele determinar también las tendencias finales y el sentido de la votación. Si en los gobiernos del PRI la participación masiva de los electores pudo derrotar los mecanismos de control y operación de las elecciones, en esta época de la 4T, donde lo que está en juego es el equilibrio de poderes en nuestro país, la clave vuelve a estar en la participación de la gente.

NOTAS INDISCRETAS…

Como si no fuera suficiente con los casos de violencia política, que le han costado la vida a 88 personas, 35 de ellos candidatos a cargos de elección que fueron asesinados, ayer el dirigente del partido gobernante hizo una denuncia que alarmó desde Tamaulipas, donde se encontraba de gira. En un video que subió a sus redes sociales, Mario Delgado afirmó que la camioneta en que viajaba, por la carretera que va de Matamoros a Reynosa, fue interceptada por sujetos armados que le cerraron el paso y les apuntaron “con armas largas”. De inmediato comenzaron las reacciones y las condenas por el hecho de violencia, pero en medio de los videos que también comenzaron a difundirse, el gobierno de Tamaulipas rechazó la versión de Mario Delgado y aseguró en un comunicado oficial que los sujetos que detuvieron al líder nacional de Morena “no iban armados” y aunque invitaron al dirigente a interponer una denuncia formal contra la agresión de que fue objeto, desestimaron sus señalamientos y aseguraron que “en ningún momento se observan las armas largas que menciona el dirigente”. Incluso, en su comunicado, se asegura que el gobernador Francisco García Cabeza de Vaca se comunicó con la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, para informarle que de acuerdo al reporte del C4, “se confirmó que las personas que viajaban en la unidad, no portaban armas”. Mario Delgado respondería a la descalificación de Tamaulipas con un tweet en el que publica una foto del tablero de la camioneta que lo interceptó, en donde se puede apreciar una arma larga colocada en esa parte de la camioneta. Y escribió: “Asegura Francisco García Cabeza de Vaca que los hombres que nos interceptaron en la carretera a Reynosa no iban armados. Tal vez en el escondite en el que se encuentra no tiene buena señal y no pudo ver bien el video. La gente ya despertó y no tenemos miedo. Vamos a derrotarlos este 6 de junio”, amagó el líder morenista. En fin que amenaza armada o montaje, el incidente ocurrido en Tamaulipas en contra del dirigente de Morena viene a atizar más la tensión y el enrarecimiento por la violencia asesina del narcotráfico que ha manchado de sangre estas campañas… A propósito del gobernador Cabeza de Vaca, que desde el pasado jueves, una vez que tuvo el amparo provisional en la bolsa, salió de su madriguera en la Casa Tamaulipas, ayer se le vio viajar desde Ciudad Victoria hasta Tampico acompañado de un convoy de camionetas blindadas y una tanqueta de tipo militar cuidándole la retaguardia. Varias camionetas suburban y unidades policiales sin logos custodiaron el traslado de Cabeza, moviéndose a gran velocidad mientras al final del convoy avanzaba la tanqueta militar de los GOPES, una de las mismas que fueron vistas afuera de la Casa Tamaulipas en los días en los que el gobernador estuvo apertrechado en la mansión de gobierno. Ni hablar, con todo y amparo provisional, el miedo no anda en burro, más bien anda en tanqueta…Parafraseando al Presidente cuando se refiere a actos de corrupción cometidos por políticos o servidores públicos “lo que no suena lógico, suena metálico”, y exactamente así suena lo que sucedió en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, donde recientemente se llevó a cabo una licitación, la número LA-009KDN001-E37-2021, en la que se sometió a concurso la asignación de un contrato para el servicio de limpieza en las instalaciones de las terminales 1 y 2 del aeropuerto capitalino, por los próximos 3 años, es decir de 2021 a 2023. De las cinco empresas que se registraron para ofertar el servicio, de manera por demás extraña y en contra de los criterios que establece la Ley Federal de Adquisiciones, el contrato se asignó a la empresa que hizo la propuesta más alta por 520 millones 885 mil 51 pesos. Las otras cuatro empresas cuyas propuestas fueron rechazadas cotizaron la más alta 316 millones 942 mil pesos y la más baja 203 millones 942 mil pesos. La que resultó ganadora, fue la empresa Servicios Inmobiliarios Iroa que, aliada con otras empresas, hizo la propuesta más cara. Y el hecho despertó las suspicacias y reclamos de las empresas descalificadas, por que resulta que la empresa que se llevó el contrato millonario del aeropuerto pertenece a José Juan Reyes Domínguez, mejor conocido como “el rey de la limpieza”, quien ha obtenido más de 30 contratos en este gobierno para realizar el aseo en oficinas federales, y a eso se le suma que ahora le dieron esta asignación por 520 millones de pesos para la limpieza de las dos terminales del aeropuerto de la CDMX. Incluso entre las empresas descalificadas estaba la que actualmente tenía asignado el servicio de limpieza, P&C Limpieza, la cual a pesar de haber presentado una propuesta más baja por 316 millones de pesos (200 millones menos que la contratada) fue descalificada de la licitación con argumentos de que les faltó detallar bien su personal y sus servicios, a pesar de que es la empresa que realiza la limpieza aeroportuaria desde hace 3 años y nunca habían tenido queja u observación por parte de las autoridades. La pregunta que ahora surge es qué méritos ofreció o presentó “el rey de la limpieza” para adjudicarse un nuevo y jugoso contrato en el Gobierno de la 4T por 520 millones 885 mil pesos, cuando en los hechos los demás concursantes presentaron una oferta promedio de 300 millones de pesos por el mismo servicio en las instalaciones aeroportuarias. Es decir, 200 millones de pesos menos. Sin duda, alguien debe una explicación sobre este asunto que, de no aclararse, ensucia la bandera anticorrupción del presidente López Obrador…Los dados mandan Escalera doble. Buena estuvo la semana.

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