Se tiene programado que el presidente López Obrador anuncie hoy que el país aplicó ya 30 millones de dosis de vacunas. Ello puede suponer un desempeño digno o mediocre del gobierno, según se analice. Pero el anuncio sembrará varias interrogantes. Le adelanto algunas de ellas.
Tras alentar una docena de investigaciones para una vacuna nacional (algunas saboteadas por Conacyt), el gobierno tiene casi al alcance de la mano la vacuna “Patria”, que desarrollan el laboratorio privado Avimex y varias universidades públicas. Una planta de producción para “Patria” está siendo construida; no se sabe si será pública o privada.
El proyecto alentado por Carlos Slim para que la vacuna Astra-Zeneca sea envasadas aquí sufrió enormes tropiezos por fallas de la farmacéutica argentina mAbxience, del estrafalario empresario Hugo Sigman y proveedora de un ingrediente que mostró deficiencias por meses. Luego se frenó la importación de equipos para el envase masivo. Por fin todo avanza. Pero falta una revisión final de Cofepris y otra de AstraZeneca. En dos meses estarán disponibles en volúmenes relevantes.
Con el número de dosis que esta mañana informará el Presidente se tendrá inmunizada 19% de la población, con las dos aplicaciones requeridas. Justo el promedio mundial. Sería quizá injusto comparar esa cifra con el 83% de Estados Unidos. O el 50% de casi toda Europa. Nos podríamos medir con el 87% de Chile, 25% de Brasil y 22% de Argentina, o con el 8% de Perú y Ecuador.
Otro enigma brinca en los reportes oficiales: la cifra de dosis aplicadas sería al menos 20% superior (entre seis y siete millones) si fuera más eficaz la logística, que corresponde al secretario Jorge Alcocer y al locuaz vocero, Hugo López-Gatell. La ruta de las vacunas incluye gestionarlas, hasta su recepción en el aeropuerto, tarea a cargo de Relaciones Exteriores; ahí las reciben las fuerzas armadas, que las trasladan a los grandes puntos de distribución estatales, de donde Salud las hace llegar a los centros de vacunación. Ahí todo se atora.
Según los reportes de López-Gatell Ramírez, cerca de siete millones de vacunas ya recibidas están siempre “en tránsito” hacia donde deben ser aplicadas. Su reporte del 13 de mayo, por ejemplo, lo desnuda: 28.92 millones de vacunas recibidas por México, pero sólo 21.98 millones aplicadas.
Hacia finales de este mes crecerá en la Organización Mundial del Comercio (OMC) el clamor de que sean liberadas, temporalmente, las patentes de las vacunas desarrolladas por farmacéuticas, que en su abrumadora mayoría recibieron decenas de miles de millones de dólares de dinero público para agilizar trabajos. Esta liberación abarataría las vacunas y evitaría millones de muertes. Por la vía del canciller Marcelo Ebrard y de la secretaria de Economía, Tatiana Clouthier, México deberá esclarecer su postura, como lo detalló el domingo en estas mismas páginas (http://eluni.mx/ajzr5) la subsecretaria Martha Delgado, de la SRE.
APUNTES:
Unesco confirmó, 17 meses después del anuncio oficial, que se prestará al juego de conducir un “programa de apoyo” para el periodismo de investigación en México con fondos del gobierno López Obrador, el cual ha desarrollado una persistente campaña para denostar, deslegitimar y deshumanizar a informadores y medios de comunicación. La iniciativa fue presentada en noviembre de 2019 por el vocero presidencial Jesús Ramírez, pero se concretó hace días bajo el maquillaje de apoyos del Reino Unido y del INAI. Nadie podrá explicar por qué un gobierno pone a concursar a periodistas mientras estigmatiza al gremio y burla obligaciones básicas de transparencia y combate a la impunidad en casos de atentados contra informadores.
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